Higuchi buscaba mantenerse despierta, luchaba contra ese documento en dónde debía explicar de forma correcta y lógica como es que lagarto negro no encontraba un embarque de armas importante para la mafia, no es que se los hubieran robado o bueno quizás si, pero tenía a lagarto negro buscando como locos, ella por su lado luchaba por mantener los ojos abiertos mientras tecleaba, buscando una forma en no ser insultada por su jefe o asfixiada por Akutagawa-sempai.
La frustración siguió acumulándose en sus hombros antes de soltar un grito molesta, pensará en azotar su cabeza contra el escritorio, al final terminó reclinándose en la silla dejando su cuerpo caer,— Valiente vida de mafiosa, no son más que una secretaria para todos aquí — se quejó en voz alta antes de buscar su café y darle un trago,— Si fuera oficinista mi vida sería igual que ahora — comentó mientras jugaba con alguna de las teclas,— La única diferencia es que no tendría tanto dinero, pero si no hago un informe o un inventario bien me despedirán, no me matarán, quizás me griten, pero no es lo mismo — se dijo antes de soltar un suspiro agotada,— Si tuviera otra vida — se quejó antes de recostarse sobre su escritorio. Odiaba el trabajo de oficina, porque siempre terminaba con esos pensamientos, con ella en algún trabajo menos agotador, quizás una vida más tranquila, su hermana menor se lo merecía, ella misma también, quería existir en un mundo normal en algunos momentos, en estos en dónde el trabajo de oficina si bien era agotador no se parecía en nada a las actividades de la mafia.
Correr.
Disparar.
Matar.
Limpiar el desastre.
Repetir.Todo en un ciclo asqueroso en dónde Higuchi ya no sabía qué hacer, estaba cansada física y mentalmente, eligió ese trabajo, pero había momentos en dónde esa decisión pesaba aún más sobre sus hombros.
Intentó seguir con el informe, convencida que si prestaba suficiente atención al documento olvidaría cualquier plan o idea extraña. Se equivocó, su mente vagó por las pila de cosas que tenía en su escritorio, en ese momento se dio cuenta que no había nada en ese escritorio que le importará o le recordará a algo importante, ni siquiera una foto de ella misma, sus compañeros o algo significativo, no los podía tener, si alguien entraba y quería información de lagarto negro buscar en el escritorio de Higuchi sería lo primero, usarían cualquier información de ella para buscar extorsionarla, moriria eventualmente por los criminales o ya fuera por los altos mandos de la mafia, su trabajo eventualmente, la muerte prematura sería su final, pensó en su hermana, en lo sola que estaría, en el riesgo que seria que vida por estar asociada a la de Higuchi, pero lo mas importante fue pensar en su padre.
En su sonrisa amable, en el hombre cariñosos, creyente del sistema como el gobierno y en que los resultados de la guerra eran solo un pequeño pago por hacer lo correcto,si su padre era un idealista, quizás su único pecado era ser demasiado inocente para la época en que le tocó vivir, de ser un hombre más grandioso y no tan normal sería el protagonista de alguna novela sobre un tipo que moriría por sus valores, uno con los que Higuchi creció, ella se creyó eso, la idea de que el trabajo duró, constante y mantenerse honesto sería la respuesta para su nació.
Luego su padre enfermo, vivieron en la miseria, su hermano de Higuchi falleció y las personas buenas que su padre decía estarían para tender la mano jamás llegaron, el gobierno se olvidó de todos los seres insignificantes como su familia, Higuchi se mantuvo honesta hasta que su padre murió, terminado en una fosa común porque no tenían ni para comer, mucho menos para una lápida decente, ahora su padre estaba con los restos de ladrones, asesinos, cualquier ente de lo más bajo de la sociedad, al igual que ellos, su padre el hombre más honesto y recto del mundo, su modelo a seguir, no era nada para un mundo así.
Higuchi soltó un suspiro agotado al pensar en ello, podría ser asesinada por la mafia, perecer por fuego enemigo, pero al final tenía el dinero para ser llevaba a un buen cementerio, encargarse que en su lápida pusieran que era básicamente una santa, por protocolo sino traicionó a la mafia lagarto negro y los ejecutivos de la mafia dejarían flores, arreglos grandes llenos de rosas o flores costosas, la gente suele decir que al morir todos son iguales, aunque Higuchi sabe que eso es mentira, con el dinero suficiente se puede lograr dar un entierro digno a una persona.
« Eso no lo hace decente ».
« Está muerto y no le sirven todos esos adornos».
« Una vida decente es mejor ».Higuchi soltaría una carcajada al escuchar esas palabras, sabía que nadie podría decir esas palabras al ver a tu ser amado es enterrado con la escoria humana, mientras una asesina de la mafia que a veces es secretaria es enterrada como si fuera la mejor persona del mundo,— Este mundo está patas arriba, los criminales jamás reciben su castigo, los buenos mueren sin reconocimiento y la única forma de cambiarlo es darse la mano con cosas como yo o peores — soltó antes de tener una idea, siguió con su documento, tenía la frase que haría ver está situación como algo mejor, seguro le rompería una pierna, aunque era mejor que la otra alternativa.
Su teléfono sonó cuando el documento estaba listo para ser enviado,— Higuchi — dijo sin ver de quién era el número,— Soy Tachihara, encontramos el embarque. ¿Permiso para recuperarlo? — preguntó el joven a lo que Higuchi respondió con un gruñido,— ¿No pudo ser antes de que pasara tres horas de mi vida con trabajo de oficina? — preguntó agotada,— Bueno el trabajo de oficina parece ser lo suyo — aseguró el joven logrando una risa por parte de su superior,— No creo, escribí varias veces mal el nombre de boss, Tampoco ayuda que está computadora es tan vieja y la tengo tan llena de basura que no me sorprende que la usemos más de calentador en invierno — soltó Higuchi, la mafia tenía cosas de primera calidad para todo, menos para los informes o cualquier trabajo de papelería,— ¿Entonces no entramos? — preguntó Tachihara,— Entren, traigan dos o tres para interrogarlos, nosotros lo haremos, así que intenten traerlos vivos — dijo con tranquilidad antes de levantarse para preparar todo en la sala,— ¿Nosotros? ¿Y si se nos pasa la mano como la última vez? —.
— Bueno por eso trae varios, así si sale algo mal tendremos otro — dijo con seguridad antes de cerrar el documento, lo guardo por si llegara a necesitarlo otra vez.Había muchas razones para quedarse en la mafia para Higuchi, muchas más para irse,, aún cuando no supiera si la decisión que tomó fuera la correcta, pero al menos sabía una cosa, odiaba el trabajo de oficina y la tortura no le parecía tan molesta.
El primer día con temática de Higuchi y mis HC con ella, espero disfruten mis actividades y les haya gustado este primer capítulo.
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Bungoutober
FanfictionMi participación en los 31 días del Bungoutober, espero que les guste, tendremos shipps, historias sobre desarrollo de personajes, de terror, comedias y más cosas. Ni los personajes, ni las imágenes son mías.