Tachihara sabía que había algo muy raro con Higuchi, parecía estar luchando buscando las palabras correctas para dar las órdenes, se forzaba cada segundo en mantener su atención y constantemente parecía estar en un estado extraño de alerta, si le preguntaban él diría que parecía un adicto en rehabilitación, aunque nadie sabía qué le pasaba, no hasta ese día.
Su jefe les estaba dando un tarea importante, no como la vez que los mandó a ir por el nuevo postre ilimitado de la cafetería favorita de Elise y donde fueron mordidos por el detective de la agencia mientras Atsushi y Higuchi se disculparon con el personal del local. No está vez si era para algo relacionado con la mafia.
Higuchi estaba parada frente a su jefe que estaba solo aún par de centímetros de ella dándole las instrucciones precisas del trabajo, cuando de la nada la joven se desmayó o más bien su cuerpo enteró se cayó directo hacia adelante, casi tira a su jefe al suelo, pero él pudo sostenerla mientras daba órdenes para traer una camilla, ya que la joven parecía inconsciente.
Tachihara se quedó en la mafia vigilando a Higuchi mientras el resto iba a hacer el trabajo, la mafia tenía una cantidad enorme de trabajo luego del incidente con Fyodor, así que no era de extrañar que el agotamiento hubiera pasado factura a su superior.
Pasada una hora Higuchi despertó, más que nada fue como si tuviera algún tipo de resorte que la obligó a levantarse, miró a todos lados en busca de entender su entorno, aunque claro cayó a la cama parecía que tuvo un mareo tan fuerte que la derribó.
— Higuchi-nee-san… ¿Está bien? — preguntó Tachihara sin estar muy seguro, ahora que lo notaba su superior se veía más pálida que antes, sus ojos tenían unas bolsas muy profundas además de parecer como si la hubiera arrollado un camión,— ¿Dónde…Está el resto? ¿Y el encargo? — preguntó confundida por estar en la enfermería,— Akutagawa-nii-san fue con Gin y el anciano. Te desmayaste encima de boss— explicó haciendo que su superior se levantará de la cama,— ¿¡Qué!? ¡No puede ser! ¡Tengo que ir! ¡Por dios, debo disculparme con el jefe y…! — otra vez un mareo que la tiró a la cama,— ¿Por qué el piso se mueve? Tengo que irme — se quejó la joven mientras Tachihara se preguntaba cómo podría ayudar,— Debe descansar. Dormir es lo mejor para usted… Es más, no la he visto ir a su casa, ¿Está durmiendo bien? — preguntó sin querer ser grosero,— ¿Qué día es hoy? — preguntó confundida luchando por levantarse de la cama,— ¿Qué día cree que es? — cuestionó esperando cualquier cosa menos lo que ella diría,— Lunes… No, martes… Si, les compré un pastel para su recuperación— soltó con tranquilidad,— Higuchi-nee-san… Eso fue hace una semana, hoy es viernes de todos modos — soltó preocupado,— Yo… No… Tenía que volver a casa… Mi hermana… Dios… Debo recoger su uniforme de la lavandería, ¿Ya fuiste a tu chequeo médico? — empezó a intentar hacer una lista de todo lo que faltaba por hacer, al mismo tiempo que luchaba por levantarse,— Nee-san, basta, se va a lastimar — pidió Tachihara, su superior jamás fue muy organizada, Pero ahora parecía al borde del colapso,— Nee-san se sienta o usaré los sedantes que Boss me dió — ordenó como si ella no fuera su superior y le gustará (quizás demasiado) restregarle en la cara ese hecho.
— ¡No puedo! ¡No volverá a pasar! ¡Yo soy la responsable aquí! — aseguró aún más alterada,— ¿Responsable de qué? ¿Qué va a pasar? ¡Calma ya! — pidió sacando más de quiso a su superior antes de prácticamente empujarla a la cama,— ¡Dígame qué le pasa! — ordenó a lo que Higuchi se puso a llorar.
Malo para Tachihara quien jamás había lidiado con esto.
— No, no llore, no debí gritarle… Perdón — intentó disculparse, pero su superior sólo lloró más,— No lloré por favor, es una mujer adulta — eso la hizo llorar aún más.
Pasó más de 10 minutos intentando consolarla, y también pudiendo hablar con ella para lograr entender qué le pasaba,— Desde ese día en dónde ataque a Gin… Y perdimos a senpai… Yo he tenido pesadillas, no puedo dormir… pensé que si hacía mi mayor esfuerzo, si era una mejor líder se irían, pero cada vez son peores — aseguró Higuchi, confundiendo aún más a Tachihara,— No pueden ser tan malas… —.
— Lo son — aseguró antes de tomar un poco de aire,— Estoy en un pasillo grande de la mafia, empiezo a escuchar gritos, voy… Lo que encuentro son monstruos… Me defiendo, disparó… Cuando me doy cuenta son ustedes… Yo no puedo hacer más que llorar… Yo… no he podido dormir desde que regresé — explicó asustada, haciendo que Tachihara se sintiera aún más culpable, nadie sabía su relación con el gobierno, como pudo ayudarlos mucho antes o que el mismo atacó a sus compañeros,— Suena algo horrible Nee-san, pero eso no pasará — intento asegurar, pero Higuchi negó,— No puedo… Yo… Soy su superior, deben confiar en mí, saber que estaré disponible para ustedes y que soy de fiar. Que puedo cuidar sus espaldas, hasta ahora he fracasado — dijo sintiendo como su cansancio volvía, cerrando los ojos para luego luchar por mantenerlos abiertos,— ¿Soy inútil Tachihara? — Cuestionó buscando sinceridad ante todo,— No es inútil, solo que lo que nos ha pasado va más allá de la compresión humana — comentó Tachihara haciendo reír a Higuchi por algún motivo,— Así que duerma, me quedaré aquí, la despertaré antes de que nos haga algo en su sueño y cuando todos lleguen la llevaremos a su casa, su hermana debe estar preocupada — pidió a lo que Higuchi asintió,— Eres un buen muchacho, si no estuvieras en la mafia estoy segura que tú familia estaría muy orgullosa de ti — aseguró Higuchi antes de caer dormida.
Tachihara sonrió ante eso, sabía que eso no era verdad, jamás estarían orgullosos de él, Pero al menos sabía que aunque fuera una persona estaba preocupada por él aunque no mereciera quitarle el sueño de esa forma a Higuchi.
Esto se siente algo shipp, Pero no lo es, yo creo que Tachihara y Higuchi son como hermanos.
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Bungoutober
FanfictionMi participación en los 31 días del Bungoutober, espero que les guste, tendremos shipps, historias sobre desarrollo de personajes, de terror, comedias y más cosas. Ni los personajes, ni las imágenes son mías.