Después de un devastador accidente que le provoca la pérdida de memoria, Erizo se encuentra atrapada en un mundo que ha cambiado drásticamente.
Ahora, su percepción de la realidad está alterada. En lugar de ver los ojos de las personas, solo distin...
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Breve dato: Este cap es bastante largo, pues en esta parte se tomara muy en cuenta las secuelas de lo que paso despues. Ahora si disfruten del cap.
"Lo siento tanto... "
Erizo caminaba hacia su casa, la cabeza baja y las manos enterradas en los bolsillos de su chaqueta. El sol ya comenzaba a ocultarse, dejando un cielo anaranjado que bañaba las calles en una luz tenue y cálida, pero esa calidez no la alcanzaba. Todo en su interior estaba sumido en una oscuridad que no podía ignorar. Las imágenes de lo que había presenciado en ese maldito aula seguían asaltando su mente, una y otra vez, como una película repetida en su cerebro.
Intentaba no pensar, no recordar. Intentaba ignorar los gemidos de Clara, los susurros del profesor, y ese olor, ese asqueroso olor que le había revuelto el estómago. Las manos en los bolsillos no eran suficientes para contener el temblor que ahora se extendía por su cuerpo. De vez en cuando, Erizo llevaba una mano a su cabeza, como si apretarse las sienes pudiera bloquear los recuerdos, pero no funcionaba.
El sonido de sus propios pasos retumbaba en sus oídos. Era lo único que la mantenía conectada con el presente, pero aun así, su mente la traicionaba, arrastrándola de nuevo a esa aula, a ese momento. Su corazón latía con fuerza, como si intentara escapar de su pecho, y por un segundo, se sintió atrapada, sin salida.
"¿Por qué?" se preguntaba una y otra vez. "¿Por qué alguien bueno debía sufrir tanto?"
Caminaba por las aceras desiertas, sin prestar atención a las pocas personas que pasaban a su lado. A veces, las veía de reojo, solo para ser recibida por más carteles oscuros: Hipócrita. Mentiroso. Violento. Todos llevaban consigo sus secretos, sus verdades ocultas. Nadie era completamente bueno, excepto tal vez Clara... pero eso no hacía las cosas más fáciles. Si acaso, lo hacía peor. ¿Cómo podía seguir mirando a Clara sabiendo lo que había pasado?
Sus pensamientos se desbordaban como un torrente imparable. Erizo respiraba agitadamente, sintiendo la opresión en su pecho aumentar. Estaba atrapada en su propio infierno mental. La oscuridad de sus pensamientos era insoportable. Quería escapar, quería olvidarlo todo, pero no sabía cómo. No sabía qué hacer.
Finalmente, se detuvo en una esquina, apoyándose contra una pared fría. El mundo parecía girar a su alrededor, y el aire fresco de la tarde apenas la calmaba. Llevó ambas manos a su cabeza esta vez, apretando con fuerza, intentando empujar fuera el dolor, el horror que la asfixiaba.
"¡Suficiente! " murmuró entre dientes, aunque nadie la escuchara.
Pero no era suficiente. Sabía que el peso de lo que había visto no desaparecería. Era un trauma que la seguiría, un secreto que cargaba sola. Ni siquiera Clara, siendo ella la víctima, parecía llevar consigo esa carga tan pesada. Erizo se preguntaba cómo podía seguir con su vida normal, sonreír, hablar con sus amigos... después de todo lo que había pasado. ¿Acaso lo había olvidado? ¿Lo estaba reprimiendo? ¿O era tan fuerte que simplemente podía seguir adelante?
