5. Rubbing.

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De los tres, Liam era el más tranquilo, no necesitaba mucho para ser feliz, una buena noche de sexo con sus novios, algunos besos aquí y allá, que le desearan un lindo día, y estaría contento hasta la siguiente mañana.

Pero eso mismo había hecho que Yuki sentía que lo descuidaban, así que el japones se propuso que de vez en cuando le dieran atención especial al australiano.

No negaba que le encantaba, pero sus novios eran coquetos y traviesos casi al extremo y...

Bueno, tendían a hacer las cosas lo más descaradas posibles, y aun así salirse con la suya.

Los dos simplemente planeaban todo a la perfección y dejaban a Liam totalmente indefenso ante su ataque, es decir, la última vez simplemente lo manosearon debajo de la mesa durante una salida con los chicos, lo manosearon hasta que se corrió en sus pantalones.

Nunca se había sentido tan avergonzado y excitado al mismo tiempo.

Eso había sido intenso, y bastante peligroso, porque cualquiera podría haberlo visto, pero se aprovechaban todas las veces que podían porque cuando se corría, Liam ni siquiera producía algún ruido o algo, solamente se quedaba totalmente quieto y esperaba a que todo lo que sentía pasará.

Pierre siempre le decía que esa era su vista favorita del australiano, que solo podía concentrarse en su placer, como si estuviera consumiéndolo.

Yuki, por otro lado siempre decía que es cuando se veía más vulnerable, y que amaba que solo se viera así con ellos, que siempre lo iban a cuidar.

Muy tierno y todo, pero ahora mismo quería ahorcar a ambos.

Estaban en el maldito camión dando la vuelta por todo el circuito, donde cientos de miles o hasta millones de fanáticos y personas los veían, esa era la finalidad del desfile.

Había iniciado antes, desde la mañana, con pequeños "accidentes" mientras pasaban cerca de él, cuando estaba hablando con alguien o miraba su teléfono, pero Liam los conocía mejor, sabía que cada movimiento había sido totalmente a propósito, con la finalidad de ponerlo de nervios.

En su inocencia pensó que los otros dos seguirían con su juego después del drivers parade, no que seguirían con eso en medio de todo, y solo lo notó hasta que estaba atrapado entre los dos, con Yuki de frente a él y Pierre justo detrás.

No los iba a matar porque todo se veía totalmente inofensivo, y su relación ya era pública, Pierre era muy empalagoso con Yuki y Liam, todos sabían que el francés los abrazaría cuando pudiera y no tendría ningún impedimento en ser demasiado cercano a ellos, ni siquiera en países como Qatar.

Así que el que su novio lo abrazará por la espalda no era algo nuevo, y el desgraciado se estaba aprovechando de eso.

Porque podía sentir la polla totalmente erecta contra su trasero.

Yuki por otro lado se había sentado en el barandal del camión, justo frente a él, todo era simplemente romántico para los demás, pero la pierna del japones estaba directamente sobre su verga ahora interesada.

Lo peor de todo es que el camión provocaba un movimiento para frotar tanto su pene contra la pierna del menor como su trasero contra la verga del mayor.

Y era una maldita tortura.

– ¿Te gusta?, ¿Se siente bien? – Liam quería golpear a Pierre, porque podía escuchar la burla en su voz y estaba seguro de que tendría esa sonrisa traviesa.

– Por supuesto que sí, mira su hermoso rostro, todo sonrojado – Yuki se inclino a darle un beso en la mejilla, lo que provocó que su pene recorriera más parte del muslo del menor.

El australiano tuvo que sujetar las manos del francés que lo sostenía por su vientre, porque eso había enviado pequeñas descargas en las partes correctas, estaba seguro de que el castaño había sentido como había apretado su agujero con necesidad.

Una vez que el efecto paso solo tuvo mente para pedir dos cosas, que ningún otro piloto se acercará a ellos y que no se terminará corriendo en sus pantalones.

Porque si bien el frotamiento no era intenso como Pierre y Yuki acostumbraban. si que había cierto movimiento que lo hacía excitarse cada vez más, pero aparte de eso, era el hecho de que cualquiera podría saber que estaban haciendo, y en lugar de alejarlos, solo se sintió cada vez más caliente.

Quizá si era un exhibicionista como sus novios decían, sobre todo porque estaba a punto de perder el control y empezaría a frotarse justo como les gustaba, pero las manos de sus novios se lo impidieron.

Pudo escuchar durante todo el tiempo la plática de los otros dos, pero Liam solo podía concentrarse en la manera en la que el pene de Pierre se ubicaba y movía entre sus nalgas, provocando espasmos en su entrada, y como el muslo de Yuki contra su verga se sentía tan suave y firme al mismo tiempo.

Tan bueno.

Fue una tortura eterna, quizá no tan eterna porque estaban a punto de llegar, pero justo cuando pensó que ya estaba a salvo Ocon se acerco.

– ¿Estás bien?, te ves un poco... caliente – Liam sacudió rápidamente la cabeza y se recargo contra Pierre, soltando algunas lágrimas de frustración, quería tanto moverse hasta llegar al climax, pero simplemente no podía, necesitaba que Ocon se fuera ahora.

– Nosotros nos estamos encargando Ocon, va a estar bien – escucho al otro alejarse.

– Vamos, hay que encargarnos de esto – Liam siguió a sus novios, tomando su mano, nadie les preguntó nada al ver el estado del rostro de los tres.

El australiano sabía que Yuki se vería furioso, seguramente estaría celoso de que lo vieran en ese estado, el francés se vería protector, porque no querría que nadie se acercará a él, y Liam se vería como si estuviera destrozado emocionalmente.

Los tres entraron al primer baño que encontraron y cerraron la puerta con seguro.

Yuki lo hizo inclinarse y beso sus labios con una fuerza que nadie creería que venía del más bajo, pero el rubio lo sabría mejor, su novio solo quería dejar en claro que Liam les pertenecía a ellos.

El pelinegro metió su pierna entre las de Liam y pronto el australiano sintió los brazos del castaño aprisionarlos contra la pared del baño.

Liam llevo sus manos a la pared cuando Pierre empezó a moverse con rapidez y fuerza contra él, su entrada cada vez más interesada en obtener el miembro del mayor dentro de él, y el maravilloso muslo del menor ejercía la presión perfecta para su pene.

Su sangre estaba por todas partes, y antes de que se diera cuenta había llegado, sintiéndose tan perdido como si estuviera flotando en una nube.

Eso había sido maravilloso.

Los brazos de Pierre y Yuki lo sostuvieron, abrazándolo entre los dos.

¿Sería descarado de su parte pedirles que volvieran a hacer eso después de la carrera?

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No lo planee, simplemente sucedió, escribir un trío es difícil, al menos para mi.

Nos leemos hasta la próxima.

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