1.Flipo

71 3 0
                                    


Hoy me encontraba yendo a mi cafetería favorita tras un poco de entrenamiento de boxeo.

He de decir que hoy no estaba teniendo la mejor mañana que se podía tener. Para empezar yo suelo tener entrenamiento por la tarde, pero como ahora en la clínica veterinaria que trabajo me han cambiado el turno al de tarde, no me queda otra que ir por la mañana a entrenar y lo odio.

Porque ya no voy a tener la sensación de volver a casa a las nueve de la noche y darme una ducha, ahora lo tengo que hacer por la mañana, es horrible. Sé que no es un gran problema pero a mi me molesta.

Entré a la cafetería y me dirigí al mostrador a esperar que algún camarero o camarera me pudiese atender.

—Hola buenos días, ¿qué va a querer tomar?—Me preguntó una chica en el mostrador.

—Un café con leche para llevar por favor —Le contesté.

Mientras esperaba a que la chica terminara de preparar el café, vi como entraba un chico por la puerta, aunque no le presté mucha atención.

—Ya está tenga—Me extendió el café la chica. Después le pagué la bebida y cuando me estaba dirigiendo para salir el pibe que había entrado anteriormente se chocó conmigo.

—Joder-- Maldije lo suficientemente alto como para que él me oyera. Mi café ahora estaba en mi ropa y en la suya, a mi no me importó mucho porque iba de negro pero él iba de blanco.

Me miró enfadado—Ten cuidado che me manchaste la remera entera piba—Me dijo a lo que yo lo miré flipando, si era él el que se me había chocado.
—¿Perdona? Pero si te me has chocado tú—Le contesté y por fin estuvimos cara a cara. Tuve que morderme la lengua para no reírme la verdad era un cuadro su sudadera.
—Que flasheas nena. Vos te chocaste conmigo—Me dijo, yo hoy no he tenido un buen día no estoy para que me toquen las narices.

—Pero qué dices tú si yo venía tan tranquila y te me has puesto delante—Le dije indignada, estoy al 80% segura de que se chocó él conmigo y no al revés.

—Bueno ya fue, no estoy para discutir —Me dijo. Acto seguido pasó por mi lado y se fue. Pero que borde por favor yo también me he manchado y no soy una quejica.

***

Cuando llegué a mi casa de la clínica estaba agotada, entre el loco del café y que hoy a la clínica han traído una serpiente y casi me dan 5 paros cardiacos estaba que me dormía.

Ya que me había dado una ducha antes de ir a la veterinaria, que por cierto mi brazo sigue oliendo a café para que luego se queje el otro.
Solo tenía que cambiarme y acostarme a dormir, porque hoy la verdad no me apetecía ver ni leer nada solo descansar.

Eran más o menos las 4:00 a.m cuando mi teléfono comenzó a sonar, de mala gana hice un esfuerzo por estirar el brazo y descolgarlo.

—¿Mmm?—Fue lo único que me salió decir ya que me estaba intentando espabilar.

—Hola Aurora se que no son horas de llamar pero ha habido una urgencia en la clínica y hay que operar a un gato de urgencia y vos sos la única que ha descolgado la llamada y te quería preguntar si vos podes venir a la clínica—Me dijo mi jefa. Tardé unos 3 segundos en contestar porque tenía que procesar un poco la información.

—Está bien, dame media hora y estoy—Le contesté, me agradeció y luego colgó la llamada.

Con todo el esfuerzo del planeta me levanté me lavé la cara y me vestí.
Tal y como le dije a mi jefa en media hora ya estaba en la clínica. Al entrar vi a un chico sentado en la sala de espera, supongo que era el dueño del gato ya que tenía cara de preocupado.

Después de que me pusiese mi pijama y la bata de veterinaria, fui a ver cómo iba el preoperatorio del gatito. Era un gato negro, flaco y con alguna mancha blanca.

—Muchísimas gracias Rori posta sos una capa—Me agradeció una de mis compañeras, Cami.

—Para eso estamos—Le contesté, aunque por dentro quería seguir durmiendo sabía que lo correcto era salvarle la vida al pobre gatito.

Entró nuestra jefa y nos comentó que ya estaba casi todo preparado y que mientras Cami terminaba de mirar algunas cosas, que yo fuera a hablar un poco con el dueño del gato y tranquilizarlo un poco.

Me dirigí a la sala de espera.

—Hola—Le dije al chico. Era un chico más o menos de mi edad, tenía el pelo negro y los ojos negros también con largas pestañas.

—Hola—Me contestó no muy animado, normal.

—¿Me podrías decir tu nombre por favor?—Le pedí para así poder hablarle con un poco más de cercanía.

—Me llamo Ivan—Me contestó.

—Vale Ivan, no te preocupes porque la operación que le vamos a realizar a tu gata es bastante rutinaria y no hay casi riesgo alguno—Le comenté ya que lo veía preocupado y algo cansado.

—Y bueno gracias eso me deja más tranquilo—Me respondió con un tono de voz un poco más relajado.

Tras eso me dirigí a la sala de operaciones para intervenir a su gato.

La operación como se había previsto había sido un éxito y el gato se recuperaría en una semana o dos.

Cuando salí de la sala para hablar con Ivan el dueño del gato, mis ojos se detuvieron al ver al chico del café a su lado hablando con él.

Estuve a punto de darme la vuelta solo que ya era demasiado tarde ya que el chico del café me había visto también a mi.



Espero os haya gustado este primer capítulo💗💗

Absurdas casualidades [Rodrigo carreraaa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora