Cap 9

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Pov Donatello

Estaba viendo la televisión mientras Miguel Angel se acurrucada a lado mío, parece un niño que aún pide cariño y atención, parece que nunca crecerá.

Intente no darle importancia, y tras un rato el se marchó dejándome con un agradable documental que hablaba de lo complejo que pueden ser las redes neuronales, sin embargo aún no saco de mi cabeza lo que ocurrió con Leo y Rapha, ambos con mordidas, me recuerda a la avispa que nos atacó ya hace tiempo, Leo había mordido a Rapha y con eso lo metió en su locura de cuidar el huevo, si vuelve a ocurrir tendríamos graves problemas, difícilmente salimos bien la primera vez.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por Abril, entrando tan bella como siempre que hace que pierda mis sentidos, la salude de manera nerviosa y ella se acercó aún más a mi a contestarme el saludo, tiene una voz ángelical.

-Oye Donnie, mi padre salio de viaje unos días por trabajo, así que tendré casa sola-

-genial, lo digo por tu padre, es genial que ya haya conseguido trabajo, pero ten mucho cuidado, cada día está más peligrosa la ciudad- Dije y ella río al escucharme.

-Si, pero se pueden hacer mil cosas mas- Dijo optimista, -sabes a lo que me refiero?-

-no...- No tengo idea de a que se refiere.

-vamos tontin- dijo tomándome de la mano, yo la seguí, sentir el calor de su mano, es tan agradable, lo adoro, ver su risa risueña, es mejor que cualquier otra cosa, aunque es algo muy simple como una caminata por las alcantarillas, mi corazón late de manera apurada, siento que el mundo está en cámara lenta volviendo este momento eterno.

Subimos a la superficie y luego a la casa de Abril, entramos y el lugar estaba vacío, bien ordenado y lleno del olor Abril, un perfume embriagante.

-Lo siento mucho por lo que paso en el laboratorio, Leo tenia razón, no debería de ir al laboratorio a molestar-

-No, no eres una molestia, tu...-

Ella me interrumpió rapidamente -el punto es que si es peligroso que estemos los dos en el laboratorio, así que para compensar el tiempo que no podremos estar aya, podrías venir a mi casa estos días, hacer las mismas tonterías de siempre, con el extra de que no aparecerá nadie más tocando la puerta-

Camine hacia ella y la abracé con fuerza tratando de tener cuidado, ella me correspondió y un sonrojo se hizo presente en ambos rostros, sentía su cálido palpitar y unas manos frías y nerviosas.

-Que te gustaria hacer?- pregunto ella acompañado de una risa nerviosa.

-No lo se, lo que te guste- le conteste sin mucho interés por otra actividad, estar así con ella, es lo único que puedo desear.

Mi mirada se dirigió a una de las esquinas de la habitación, un pequeño tocadiscos en buen estado, Abril rápidamente se dio cuenta de eso.

-Estas mirando el viejo tocadiscos-

Asentí con la cabeza y ella se separó del abrazo para ir al tocadiscos, mostró una gran caja con numeroso discos y yo me acerqué a verlos, bandas que no conocía, revueltos con algunos clásicos, ella con confianza e interés hablaba de cada uno de ellos como si estuviera apasionada con aquella música.

-te gustaría bailar- dije sin pensarlo y ella voltio a verme con un sonrojo y una ligera sorpresa.

-Claro- dijo recogiendo su flequillo y jugando con las manos algo nerviosa.

Pusimos un disco con música ligera y ambos nos paramos, ella extendió los brazos por mi cuello y yo por su cintura.

Dábamos pasos lentos, ella con un rostro avergonzado miraba hacia abajo, siendo su sonrisa de oreja a oreja quien delataba lo mucho que lo disfrutaba, su rostro sonrojado como tomate hacia que aquella imagen fuera la más tierna vista en mi vida.

Complices TmntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora