cap 14

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Pov Leo.

Tras lo que paso ayer, con esta explosión de revelaciones, no se como sentirme, sentí que me rompí y al mismo tiempo volví a ilusionarme con verdadera esperanza de amor correspondido.

He estado con Mikey consolandolo, el sigue llorando, ahora habla de si mismo como si fuese un monstruo, sintiéndose asqueroso, esas palabras que dijo Donatello en verdad le afectaron.

Me duele que hable así de mal de sí mismo, tal vez en el fondo se que este amor está mal, pero es mejor aceptarlo que negarlo, somos lo que somos, cambiarlo dolerá más.

-Leo, Donnie tiene razón, esto está mal, soy horrible, es asqueroso, nunca debí amarlo- decía Mikey entre lagrimas.

-eso no es verdad, era normal que ocurriera esto, solo ten paciencia, seguro volverá y se disculpara, puedes hacer que sienta lo mismo- le decia yo intentando consolarlo pero su estado solo parecía empeorar más.

-vamos Mikey, vamos por helado para mejorar el animo- le dije tomándolo del brazo, llevándolo rumbo a la cocina, el me siguió sin poner resistencia. Llegando a la cocina el se sentó abatido y yo le di un plato con helado, yo igualmente me serví uno.

Mikey parecía más tranquilo, preferi no decir nada, talvez el también necesite tiempo para procesar esto, que se aya calmado es buena noticia, así podrá pensar por fin con la cabeza fría.

Comía tranquilo de mi plato cuando la presencia de alguien desvío mi mirada.

-tienes un momento- me pregunto Raphael.

-Si claro- le dije, dirigiéndome a el como si estuviera imnotizado, Mikey rápidamente aprovecho para quedarse con lo que había dejado en mi plato.

Raphael no me dirigió más palabras, solo camino en total silencio a su cuarto, yo nervioso lo seguí por detrás, al llegar a su cuarto el abrió la puerta e hiso un ademán indicándome que entrará, entre nervioso con el corazón en el pecho, el entro y azotó la puerta, sentí que mi corazón estaba a punto de salir de mi caparazón.

No se como actuar solo miro el suelo esperando a que me diga la razón por la que me hablo, estoy sudando frío y mis manos tiemblan.

-entonces ¿te gustó?- pregunto Raphael apoyándose en la puerta mirándome fijamente.

Rápidamente me exalte, -eh... si- dije tartamudeando, ayer tan fácil que lo dije mientras me colapsaba pero ahora que estamos en un ambiente más tranquilo siento más presión.

-¿que tanto te gustó?-

-mucho, mucho en verdad, desde hace mucho no dejo de pensar en ti- dije mientras mi rostro se sonrojaba, y mantenia mis manos sobre mis rodillas.

El se acercó hasta sentarse en la cama alado mio, -¿porque tiemblas?- me dijo mientras acercaba su mano, la paso por mi muslo sintiendo como me sentremecia y luego toco mi mano con delicadeza.

-no es obvio, estoy nervioso, ya dije lo mucho que te amo, y no se porque rayos me hablaste- digo con voz temblorosa, el entrelazo sus dedos con los míos, estando en un agradable agarre.

-Pareciera que es otra cosa- dijo Raphael de manera segura y con confianza como si supiera algo más.

-es normal estar nervioso con quien amas-

-pero soy tu hermano-

Apreté más su mano como si eso pudiera consolarme, -si lo se, por eso estoy nervioso, no importa cuantas cosas horribles me aya llamado Donatello, lo que siento es real, y no lo puedo cambiar-

-no hablemos de él ahora- Dijo Raphael tomando mi rostro con su otra mano, haciendo que dirija mi mirada hacia sus hermoso ojos verdes, -la razón por la que te llamé es porque me dijiste que me amas-

-si lo se, así que si vas a darme un regaño, guárdatelo, ya dije lo mucho que te amo, si no sientes lo mismo no importa- dije tratando de tomar el control de la situación sin embargo mi corazón latía cada vez más fuerte.

-ya me lo dijiste varias veces pero ¿que estarías dispuesto a hacer por ese amor?-

Mi sonrojo lleno todo mi rostro de rojo, -a que te refieres?- dije con un nerviosismo notorio.

-solo quiero saber que tanto me amas, quiero que me demuestres que eres capas de hacer, la puerta esta abierta, si tu quieres salir en algún momento, puedes hacerlo, yo no te obligarte a nada-

Lo aparte completamente avergonzado, mi rostro rojo y mirando a otro lado, espero no piense lo mismo que yo, tal vez solo soy un malpensado.

El tomo una de mis manos con la que lo mantenia apartado, beso mi mano delicadamente como si fuera una princesa, -sabes, cuando lo hicimos se sintió bien, incluso cuando sabía que estaba mal, no pude evitar didfrutarlo-

-entonces quieres que hagamos... eso- dije avergonzado, el soltó una ligera risa.

-no, ya te lo dije, solo quiero ver que tanto me amas, no te pediré hacer nada, ni tampoco te obligare, tu puedes salir cuando quieras.

A decir verdad, no se que hacer, mi corazón late tan rápido que me pide que escape, nisiquiera se que esta pensando hacer, o si siente algo, pero si escapo pierdo mi oportunidad de ser algo más.

-creí que no te había gustado... solo hablabas de eso como algo asqueroso y horrible- dije mientras mis ojos se cristalizaban.

-si, me sentía así, porque no quería hacerte daño, y me sentía culpable de haberlo disfrutado-

Yo ya incapaz de contenerme le di un beso, el me correspondió y tomó mi rostro de manera delicada. Un beso que se intensificó, uniendo nuestras lenguas, abrazandonos, sintiendo el calor del otro.

Complices TmntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora