Capítulo 14

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—¿Disculpa? —Cian estaba pálido

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—¿Disculpa? —Cian estaba pálido. Soltó el maletín y en ningún momento dejó de mirarme a los ojos—. ¿Qué mierda estás diciendo?

—La verdad...

—¿La verdad? —Repitió—. No nos hemos visto en años y ahora dices que tenemos una hija...

—Te dije que estaba embarazada...

—¿Ah sí? ¿Cuándo fue eso que jamás me enteré?

—Esa noche te escribí un mensaje...

—¿Un mensaje Camilla? —Replicó a la defensiva—. ¿Con un maldito mensaje me ibas a notificar que en nueve meses me convertiría en padre? ¿Crees que soy un imbécil que creerá tu maldito cuento?

—Esa noche quién no acudió a la cita fuiste tú. Preparé una cena para darte la noticia, pero no te volví a ver más.

—Acabas de decir que me viste hace un año y no tuviste la delicadeza de decirme la verdad.

—¿Por qué te iba a decir algo que ya sabías y no querías enfrentar?

—¡Estás loca, Camilla! —Gritó y del puro terror cerré los ojos—. ¡Ahora entiendo por qué estabas tan sola! ¡Lo único que sabes hacer bien es arruinar la vida de las personas!

—Basta, Cian —intervino Micah, conciliador.

—Dile eso a la mujer que estás defendiendo, parece que la conoces mejor que yo —espetó Cian con maldad.

—Lo único que quiero de ti es... —comencé, pero él me interrumpió.

—¿Dinero? ¿Crees que te daré mi dinero para solventar los gastos de tu maldita hija?

—Estás sobrepasando todos los límites, Cian —dijo entonces Joanne—. Después te puedes arrepentir.

—¿Arrepentirme Joanne? —Exclamó a la defensiva—. ¡Me conoces! ¡Soy yo! ¿Por qué los dos actúan como si no me conocieran? ¡Sería incapaz de abandonar a mi propio hijo! ¿Aparece una mujer de la nada y le creen a ella y no a mí? ¡Joder! —Golpeó una pared con el puño. Retrocedí un paso mientras Joanne se acercaba a él. Me enjugué las lágrimas, asustada de la reacción de Cian.

—No estoy pidiendo que te hagas cargo de nuestra hija... —murmuré y en cuanto Cian me escuchó se acercó hecho una furia y me tomó con fuerza de los brazos.

—¿Por qué estás mintiendo, Camilla? Sabes perfectamente que yo no soy el padre de tu hija...

—Eres el padre de Amandine, nunca estuve con otro...

—¡Mentirosa!

—Me estás lastimando... —Lloré.

—¡Déjate de joder Camilla, me estás arruinando la vida!

—Es suficiente —Micah apartó a Cian de mi lado y se posicionó delante de mí, como si intentara protegerme del padre de mi hija.

—Esta mujer está loca —murmuró a nadie en particular. Cuando me miró, sus ojos me fulminaban de tal manera, que me hizo recordar las veces que me tuve que esconder de mi padre cuando fui una niña.

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