DOCE

3K 278 128
                                    

JADE

El murmullo de la multitud llenaba la sala mientras los últimos toques finales para la inauguración de la nueva sucursal se llevaban a cabo.

Las luces brillaban con intensidad, reflejándose en los grandes ventanales y en las copas de champán que los invitados sostenían.

Era un evento importante, no sólo para la compañía, sino para mí.

Mi reputación como organizadora de bodas de lujo había sido fundamental para expandir este negocio, y ahora, con esta nueva sucursal, estábamos listos para llevarlo a otro nivel y se que Greta estará feliz con mi trabajo aquí.

Caminé entre los invitados, saludando a aquellos que conocía, mientras intentaba mantener la calma.

El discurso que tenía que dar estaba dando vueltas en mi cabeza, pero sabía que lo más importante era hacer sentir a todos bienvenidos. Mi jefe, Luca, ya me había buscado dos veces para asegurarse de que estuviera lista.

Un hombre muy meticuloso en el trabajo

Cuando entré al gran salón, sentí la mirada de algunos posarse sobre mí.

No era por mi trabajo o la inauguración.

Era porque sabían quién había sido mi exmarido. A pesar de todos mis logros, aún había quienes susurraban por lo bajo cuando escuchaban el nombre de Ian.

Claro que me llegue a enterar del alboroto que se causó cuando me marché, pero la familia de Ian logró calmar eso. Siempre el dinero reinando en sus vidas, aunque mi familia no se queda atrás.

Aunque había aprendido a ignorarlo, esa sombra siempre me seguía.

Caminando hacia el estrado donde Luca me esperaba, me topé de frente con un hombre alto.

Su presencia era imposible de ignorar; debía medir casi dos metros, y su porte era impecable, con un traje negro perfectamente ajustado.

Pero lo que realmente me llamó la atención fueron sus ojos, de un verde esmeralda intenso.

Parpadeé, sorprendida por lo penetrante de su mirada, aunque sólo fue un instante.

Él me sonrió brevemente, pero antes de que pudiera procesar quién era, alguien más me saludó desde la multitud, distrayéndome.

Sacudí la cabeza ligeramente. No podía permitirme perder el enfoque ahora.

Me giré para seguir mi camino, recordándome que había cosas más importantes en qué pensar esta noche. Al llegar al frente de la sala, Luca me recibió con una sonrisa entusiasta.

—¿Lista? —preguntó, inclinándose un poco hacia mí para que sólo yo lo oyera.

—Lista —le aseguré, tomando una respiración profunda.

Luca se dirigió al micrófono, captando la atención de los presentes. Después de unas palabras amables, señalándome como pieza clave en el éxito de la compañía, me pasó el micrófono.

La sala, llena de empresarios, celebridades y otras personas influyentes, guardaron silencio. Todos los ojos estaban sobre mí.

—Buenas noches a todos —empecé, mi voz sonando firme a pesar de los nervios—. Quiero darles la bienvenida a la inauguración de nuestra nueva sucursal. Este logro no hubiera sido posible sin el apoyo de nuestro increíble equipo y, por supuesto, de todos ustedes.

Recorrí la sala con la mirada, viendo rostros conocidos y otros nuevos. Algunos de ellos, sin duda, estaban más interesados en mi vida personal que en mi trabajo.

Amor Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora