QUINCE

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Ian

Actualidad.

Miro a la mujer que esta a mi lado y mi mente no deja de imaginarse a la chica a quien no he visto en tres años.

- ¿Estas bien? – Rebecca me acaricia el brazo

-Si, solo que tengo un raro presentimiento-murmuro.

- ¿Es por lo de Alan? - me mira comprensiva

-No, es un asunto de la cual termine con tu hermano-le sonrió.

-Me alivia saber que todo termino- se levanta para poder quedar frente al espejo y maquillarse

Alan es un buen abogado, quien llevo todo lo relacionado con Jade, nuestro divorcio.
Quien es el hermano de Rebecca, asi que le tuve la confianza para que el pudiera entrar aquella tarde en mi oficina sin que Jade se diera cuenta, el fue quien mando los papeles de divorcio y tuve que ignorar ese hecho.

Jade

Jade

Jade

No puedo olvidarla, cada noche pienso en ella, en como seria si nunca se hubiese marchado de mi lado, quizás estaríamos en el mismo rango ya que tan pronto me dieron la empresa regrese con Rebecca y no entiendo porque Jade esta tan metida en mis pensamientos.

Me casare con la mujer de la cual me enamore cuando tenía veintidós años y aun la sigo amando.

Hoy tenemos prueba de vino asi que estoy para complacerla en todo aun cuando he dejado en sus manos todo.

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Cuando Rebecca me pidió que la acompañara a una prueba de vinos para nuestra boda, no pensé demasiado en ello. Después de todo, yo había delegado casi todo el proceso en ella. No es que no me importara nuestra boda, pero sabía que a ella le encantaba encargarse de los detalles. Lo que sí me sorprendió fue que no me dijera quién había contratado como organizadora. Solo me sonrió con ese aire misterioso y dijo:

"Confía en mí, te va a encantar".

Al llegar a la bodega, el lugar estaba perfecto. El aire olía a uvas frescas y a tierra, una combinación que siempre me había resultado reconfortante. Caminé junto a Rebecca mientras ella hablaba animadamente sobre los vinos y las decoraciones. Estaba absorto en mis pensamientos cuando, de repente, una figura familiar apareció al otro lado de la sala de catas.

Al principio, pensé que mi mente me estaba jugando una mala pasada. No podía ser ella. Pero luego, cuando esa figura se giró, mi estómago se tensó de golpe. Jade.

No era la misma Jade que conocí hace tantos años, la joven de 20 años con la que me casé. Esta mujer que estaba frente a mí había cambiado. Era más segura de sí misma, más serena. Su cabello, que solía ser más corto y rebelde, ahora caía en suaves ondas sobre sus hombros. Su rostro había madurado, pero no había perdido ni una pizca de la belleza que me había cautivado desde el primer momento.

Si acaso, ahora era más radiante, como si con el tiempo hubiera encontrado una fuerza y una confianza que antes le faltaban.

Mis pensamientos volaron al pasado, a cuando nos conocimos, no fue un buen momento porque sabía que me estaban obligando a casarme con alguien que no amaba.

A su risa contagiosa cuando nos empezamos a conocer mejor, su espíritu libre y soñador de la cual nunca disfruto.
Rebecca no pareció notar mi rigidez.

Ella estaba demasiado emocionada, saludando a Jade con una sonrisa de oreja a oreja.

—Jade—murmure Sentí mi corazón saltar en mi pecho cuando Jade levantó la vista y nuestros ojos se encontraron. Por un momento, el mundo pareció detenerse.

Amor Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora