One-Shots: "Nuestra Primera"

Capítulo 23: ¿¡Estás bien!?

Jasper y Dominick llegaron a la playa, dispuestos a disfrutar del sol y el mar. Jasper, entusiasta, corrió hacia el agua mientras Dominick se quedó sentado sobre la toalla, bajo la sombrilla, aplicándose protector solar.

—Vamos, Dominick, ¡el agua está genial! —gritó Jasper desde el mar, moviendo los brazos con energía.

—No estoy seguro... —respondió Dominick, mirando el agua con cierta aprensión—. No soy muy bueno nadando, ya sabes.

Jasper, sin perder su ánimo, salió del agua y se acercó a él.

—Vamos, solo un rato. Te prometo que no te soltaré.

Dominick suspiró, pero ante la insistencia de Jasper, finalmente aceptó.

—Está bien, pero no te alejes mucho, ¿De Acuerdo?

Jasper sonrió y le tomó la mano, guiándolo hacia el mar. Al principio, Dominick se sentía nervioso, pero la presencia de Jasper le daba algo de seguridad.

—Jasper, creo que aquí está bien —dijo Dominick con un tono de voz tembloroso, aferrándose con fuerza a la mano de Jasper.

—Solo un poco más, no te preocupes, estoy aquí contigo —respondió Jasper, avanzando unos pasos más.

De repente, una ola más fuerte de lo esperado los golpeó, haciendo que ambos perdieran el equilibrio. Dominick soltó la mano de Jasper y desapareció bajo el agua.

—¡Dominick! —gritó Jasper, buscándolo frenéticamente.

Jasper, con el corazón acelerado, se sumergió rápidamente en el agua, buscando desesperadamente a Dominick. El mar estaba agitado, y las olas dificultaban la visibilidad.

—¡Dominick! ¡Dominick, responde! —gritó Jasper, sintiendo el pánico apoderarse de él.

De repente, vislumbró una figura a unos metros de distancia. Sin pensarlo dos veces, nadó hacia ella con todas sus fuerzas. Al llegar, vio que era Dominick, luchando por mantenerse a flote.

—¡Dominick, agárrate a mí! —exclamó Jasper, extendiendo su mano.

Dominick, con los ojos llenos de miedo, logró aferrarse a Jasper. Ambos comenzaron a nadar de regreso a la orilla, luchando contra las olas que intentaban arrastrarlos de nuevo al mar.

—¡No te soltaré, te lo prometo! —dijo Jasper con determinación, sintiendo el peso de Dominick aferrado a él.

Finalmente, después de lo que parecieron interminables minutos, lograron llegar a la orilla. Jasper ayudó a Dominick a salir del agua, ambos respirando con dificultad.

—¿Estás bien? —preguntó Jasper, preocupado, mientras observaba a Dominick.

—Sí... sí, estoy bien —respondió Dominick, todavía temblando—. Gracias, Jasper. Me salvaste.

Jasper lo abrazó con fuerza, aliviado de tenerlo a salvo.

—Lo siento mucho. No debí insistir tanto. Prometo que no volveré a ponerte en peligro así.

Dominick esbozó una sonrisa débil, pero sincera.

—Está bien. Fue una experiencia aterradora, pero estoy bien gracias a ti. Vamos a descansar un poco.

Ambos se dirigieron de vuelta a la sombrilla, donde se sentaron, recuperando el aliento y tratando de calmarse después del susto.