Capítulo 36

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Pov Elizabeth:

Durante algunos segundos me dediqué a mirar a mi alrededor en completo silencio mientras con una de mis manos hacía pequeñas caricias en el cabello de la pequeña rubia recostada en mis piernas. El lugar era tan sombrío que incluso causaba un ligero tambaleo en mi seguridad; cosa que no podía permitirme mostrar ante la  joven.

Para ser sincera, esta era la primera vez en la que realmente me encontraba preocupada. Llámenlo instinto protector, pero esta vez, a diferencia de los anteriores secuestros en mi historial, no estaba sola.

Esme, dependía cien por ciento de mi, no puede haber chistes, vasos medio llenos, negociaciones o burlas; esta vez, alguien más depende de mi.

¿Una niña? Tiene que ser una broma de mal gusto. De todas las cosas en el mundo, ¿Una niña?

Los tacones retumbaban en el suelo mientras se acercaban hasta donde nos encontrábamos.

Con delicadeza retire a la niña de mis piernas y sin despertarla la coloque sobre una bola de telas rasgadas que anteriormente habíamos logrado encontrar. Me puse de pie y me planté justo frente a los barrotes de la celda.

Ahg, ya despertaste —observé a la mujer del otro lado de los barrotes.

Su túnica larga y oscura, sus pequeños y afilados ojos que estaban delineados con tonos oscuros de azul; haciendo que su mirada fuese aún más severa. Su piel bronceada y su aspecto dark iban a jueo con el aspecto tétrico del lugar.

¿Qué quieres de mí? —esbozo una amplia sonrisa y fruncí mi ceño. ¿Qué le divierte?

¿De ti? Absolutamente nada, es ella quien me interesa —señaló a la pequeña rubia detrás de mí.

Dejala ir, es solo una niña; haré lo que quieras —negó con la sonrisa de su rostro aún intacta.

¿Eres ella, no? —la mire confundida—¿Cómo era…? Déjame recordar… Elisa…, no, no… ¡Annabeth! —la mire fijamente —Claro… Elizabeth.

Por inercia mi cuerpo dio un paso en retroceso y eso causó una pizca de gracia en la mujer.

¿Cómo sabes quién soy?

Kara me habló de su pobre prima que… estaba en unas pequeñas vacaciones… —enfatizó en la última palabra con cierto tono curioso en su voz—Por los dioses, a ella no le paraba la boca ni un segundo. Estuve tantos años en la zona fantasma y en ninguno de esos años sufrí tanto como cuando Kara apareció, fueron momentos insufribles.

La forma en la que hablo y su extraño acento inglés casi me hacen esbozar una sonrisa. Casi…

En todo ese tiempo no dejó de mencionar a su pobre e inocente Elizabeth, sacrificada a cambio de la vida de quienes ama; bastante patético para mi gusto —soltó un suspiro pesado—¿Sueles hacer eso seguido? Pregunto por mera cortesía, ya vi que es alguna clase de hobbit tuyo.

¿Qué te parece si dejamos los juegos y me dices de una buena vez qué es lo que quieres de mi? 

Te lo dije, no quiero nada tuyo, no eres de mi interes.

Nunca dejare que te le acerques, primero vas a tener que matarme.

¿Todo siempre es tan melodramático contigo? Solo dame a la niña y te dejaré libre —negué —Que bueno que no te preguntaba.

La mujer rápidamente comenzó a materializar una bola de energía azul en su mano derecha; mi cuerpo no dio ni un paso hacia atrás.

No hagas las cosas más difíciles.

La Otra Luthor 2 || ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora