Capítulo 12

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Sydney

*Entrando al colegio*

-¡Por favor di que sí May!

-¿Por qué no se lo pides a Jenna? Ella estaría más que dispuesta a cubrirlo.

-¡No entiendes May! Ella es muy torpe como para cubrirlo, no estoy diciendo que es tonta, sólo que no se le da guardar los secretos muy bien.- May alzó la ceja- A lo que me refiero es que..... Recuerdas cuando fuiste al concierto de tu ex.

-¡Hay ni me lo recuerdes! ¡Que fue por su culpa que me fueron a traer mis padres!

-¡Ves! Por eso no se lo puedo pedir a Jenna, se le salen las cosas de repente y se pone a hablar como loca diciendo un montón de estupideces. Ya todos saben que cuando hace eso miente.

-Okay, pero a todo esto ¿Por qué quieres que diga que te quedaste en mi casa anoche y quieres lo mismo hoy?

-Es complicado...

-Entonces no lo haré.

-May...

-¡No!

-May, ¡Por fis!

-¡No! ¡Y no pongas esa cara de cachorrito abandonado! ¡No funciona conmigo!

*Cambio de clase*

-¡Por fis! ¡Por fis! ¡Por fis!

-¡Deja de repetirlo! ¡Es demasiado molesto! ¡Y pareces disco rayado!

-¡Por fis! ¡Por fis! ¡Por fis!

May me vio feo y se fue diciendo que no me ayudaría.

¡¿Y ahora que iba hacer?!

Si no conseguía que May me ayudara, estaría perdida. Me había salvado anoche pero esta vez lo dudaba.

-¿Y qué te ha dicho?

-¡Mierda! ¡Matt me asustaste!- dije con la mano en mi pecho intentando calmar mi acelerado corazón- ¡¿Qué te sucede?! Puedes matar a alguien saliendo así.

Matt es capitán del equipo de fútbol, aunque tenga la misma edad que yo está en clases avanzadas. Además de guapo, inteligente, que cruel es la vida.

-Lo tomaré como un cumplido.

-¿El qué?

-El que dijeras que saliera así.- dijo señalando su aspecto, que a mi parecer no estaba nada mal.

-¡Oh no! ¡Yo no, no quería decir!

Soltó una carcajada que hizo que mis entrañas se estremecieran.

-Claro, no te preocupes por eso, veo que tienes cosas que conseguir como para que un chico te diga algo sobre su aspecto y te preocupes por ello.

-Ya veo que estas molestó por eso niño bonito, pero tienes razón, tengo cosas más importantes que hacer.

¿Qué se cree ese tipo? Estúpida de mi que aun me disculpe por lo que le dije, pero ¡que le den! No volveré hacerlo.

Tengo que solucionar mi vida, que más revuelta no pudo haber estado.

*Duramente el 2do intercambio de clases*

-¡No me rendiré May! ¡Voy hacer que me digas que sí!

-Enserio Sydney, si quieres que las personas no piensen mal sobre esa selección de malas palabras, tienes que dejar de hablar a gritos en los pasillos.

-¡No se que hacer! ¡No quiere hacerlo!

-Bueno, entonces insiste hasta que diga que sí.

-¡Claro para ti muy fácil!.... Que pensándolo bien, ¡tú deberías hacerte cargo! ¡fué tu idea! ¡Tu culpa! ¡Tu responsabilidad!

Al Final del CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora