Al Final del Camino

Capítulo 20

Sydney

-¿Y bien?

-¿Bien qué?

-¡¿No vas a regañarme, pegarme o gritarme por lo de ayer?!

-No tengo porque hacerlo, no soy tu madre.- dijo May escogiendo los hombros

-¡¿Y eso qué?! ¡¿No vas a decirme cosas como pusiste en vergüenza a tus padres, o ti misma?!.- decía imitando su voz.

[N/A voz chillona o muy aguda]

-¡¿No me vas a regañar por decir cosas que no tenían que decir?!

-¿Por qué? ¿A caso dijiste algo?
¿O cómo qué?

-¡Yo que sé! ¡Estaba borracha! Pude haber gritado ¡Soy Detergente y No Puedo ser Enjuagada!

-¿De dónde sacaste eso?

-Facebook.- dije encogiendo los hombros.

-Eres rara

-Pero así me quieres

-Bueno, no me queda de otra.

Le lancé una almohada que tenía cerca y obviamente ella lo esquivo pero no se esperaba el otro almohadazo directamente en su cara.

Lo que más me desesperada era que no me dijera nada, tal vez no como un regaño porque no es mi mamá, pero algo de amigas como estuvo mal o algo así.

-Si no me vas a decir nada, entonces ¿por qué pásate la noche y estas aquí?

-Gracias por lo que me toca, es por la comida.

-Me lo suponía

-Sabes que es por ti tonta, no podía dejarte borracha con el gusano de Alex que se hace llamar tu hermano

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

Ahí va mi lado histérico.

Tal vez dije algo mientras estaba borracha o hice algo que involucró a Alex y por eso lo dice.

-Calma mujer, ese idiota te iba a regañar peor que yo.

-Pero tú no me estas regañado

-Pero si lo hiciera lo haría muy, muy feo.- dijo repentinamente sería y yo sólo trague saliva sonoramente.- Estoy aquí para acompañarte, entenderte y decirte "te lo dije" cuando estés lamentándote por lo anoche cuando recuerdes todo.

-¿Y por que no me lo dices, así lo procesare con calma y no me altere tanto?.- dije sonriendo ampliamente

-Eso no sería divertido, pero además yo no estuve contigo cuando hiciste tus payasadas

¿Qué no estuvo conmigo? ¿Si no estuve con ella en esos momentos, eso quiere decir qué...? ¡Mierda! ¡Eso quiere decir que no me salí del cuarto donde estaba con Matt!

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

-Sydney, toma.- dijo May dandome la almohada que le lancé antes.- Así para que no te duela tanto la cabeza por golpearte contra la vicera de la cama.

Mientras me golpeaba con la almohada las cosas comenzaron a tener sentido en mi cabeza, que por la impresión deje de golpearme.

-¿Qué sucede?.- dijo preocupada May.- ¿Sydney? ¿Estas bien?

-¡Mayline por favor dime que Matt no me siguió la corriente!.- dije suplicando

-Y ahora es donde empieza mi función como mejor amiga.