viviendo un infierno

CAPITULO 21 UN FINAL

DESPUÉS DE VARIOS DIAS de investigaciónes previas, se estableció que, si bien había sido Lincoln el instigador del motín, aim quedaba cierto número de factores por determinar. Por lo que se refiere a los demás chicos y chica, se convino en que habían actuado movidos por un frenesí colectivo, con intervención de factores psicológicos que habían madurado la explosión. Aunque ninguna de las responsables se atrevió a decirlo con franqueza, la realidad era que el episodio había
catalizado las emociones de los muchachos y muchachas.La mayoría de ellos se hallaban en mejores condiciones mentales que antes del motín. Al purgarse de sus hostilidades más urgentes y poder desahogar sus frustraciónes, quedaban, como grupo, más dispuesto a aceptar la autoridad. En cierto número de casos, el sentimiento restante de culpabilidad produjo un importante efecto sobre sus actitudes. Esto se puso de manifiesto, sobre todo,al organizar brigada de trabajo para quitar los escombros y ayudar en las faenas de reparación. Pero, a pesar de aquella calma subsiguiente a la tempestad,el personal del reformatorio sabía que no se había producido ni iba a producirse ningún cambio auténticos, y que solo era cuestión de tiempo el que otro incidente igualmente trivial desencadenade otra escena, aparentemente absurda, de destrucción, y tal vez con secuelas aún peores.

Pero la preocupación más inmediata era la de tratar de sondear a Lincoln para determinar que motivos la habían inducido a convertirse en la chispa que dió lugar a tan peligrosa conflagrancion.

El día de la reunión definitiva,la zona del comedor quedó aislado del resto de la sección tercera. Después de reconstruir todos los detalles del caso durante varias horas, la junta calificadora, formado por: Amanda key,Martin Martinez,Viriga Zinty,Bianca Margarita, María Santiago, se dispuso a entrevistarse personalmente con Lincoln. Lo llamaron al comedor y fue invitado a sentarse a la mesa; se trataba de darle una oportunidad dé hablar sin sentirse cohibida por la presencia de Sara Manches.

Lincoln tomo asíento, afectando seriedad, con la cara recién lavada y la ropa limpia y bien arreglada.

parecía tranquilo, seguro de si mismo, y la perfecta imagen de un adolescente formal.

Amanda la cual tenía a cara sería y dijo:

—Bien, Lincoln.ahora que se han calmado los ánimos, por decirlo así, tal vez podemos aclarar el transfondo de este asunto. ¿Estás dispuesta a ayudarnos?—dijo seria pero le guiñó un ojo a Lincoln.

—Si—respondio, obediente intentado no rei por la "seriedad" de Amanda.

Viriga fricción el ceño:

—No entiendo nada de esto—dijo—. Lincoln no había creado problemas desde hacía meses.

Bianca se volvió hacia ella:

—¡Por favor!— le reprocho—. la señorita Sara aún tiene la señales para demostrar lo que ocurrió.

—Si, si —dijo Amanda, golpeado la mesa con un lápiz—.Pero estamos aquí para demostrar por qué ocurrió.

—¿Solo porque no quería darle el champú?—Observo Bianca dubitativo.

—¡Ah, no!— Lincoln, adelantado se con gesto de sinceridad y uniedo la manos sobre la mesa—. Ella me abofeteo primero.

—¡No lo hizo!—dijo Bianca.

Lincoln miro a Amanda:

—Se que Bianca no me cree, pero...

—¿La señorita Sara te abofeteo?—lo  interrumpió María, mirándolo de dió cuenta de algo preocúpate en la actitud de Lincoln que la hacía temblar. Todos estabas siendo víctimas de una mentira bien edificar por Lincoln, y eso la entristecia profundamente.