LA CONSECUENCIA INMEDIATA de la tragedia de Javier fue una notable charlas durante las comidas, y los recreos transcurrían con evidente contención. Hasta María Santiago daba sus clases con un aire más autoritario. Los responsables juzgaron que era uno de introspección reflexiva. Aunque era imposible adivinar si ellos conduciría a un mayor discernimiento personal por parte de los chicos y chicas, o haría que reforzasen su escudo defensivo decinismo.Pasaron las semanas, y los vestigios exteriores del drama fueron borrando se a medida que las actividades diarias reanudaban s rutina familiar. Ganas había recuerdo su habitual personalidad huraña y fanfarrona, siempre a punto de armarla por cualquier motivo; su satélite Leo le seguía los pasos, desempeñando su papel, que era una involuntaria caricatura de los cortesanos aduladores de épocas pasadas. Denny volvió
a sus cambios de humor, en los que tan pronto era una mariposa, como una ensimismada profetisa de desgracias.
solo Lincoln parecía haber experimentado una transformación completa. La mirada observadora de María Santiago, que había llegado a considerar a Lincoln como un caso personal, notaba pequeño detalles reveladores de que Lincoln había perdido para siempre aquella timidez simpática, aquella vulnerabilidad tan característica en ella cuando llegó por primera vez a el reformatorio. Su modo de andar, su comportamiento frente a situaciones que encerrarsen una posibilidadad de peligro, su actitud genera en clases, todo manifestaba un carácter mucho más dura y vigilante. Había un aire deliberado en todo lo que decía, y un constante autocontrol en todas sus acciones; era cómo una caldera hirviendo con la tapa bien atornillada. A esa transformación cada vez más permanente, María asistió sin poder hacer nada, aunque también sin perder del todo la esperanza.
PASARON VARIAS SEMANAS sin que nadie aludirse a lo de Javier ni siquiera casualmente, como tampoco a la dramática noche donde sucedió todo. Si los chicos o chicas guardaban de ellos algun recuerdos, era imposible de saber. A juzga por las apariencias exteriores, era como si Javier jamás hubiese existido.
anochecía ya. u muchachad estában tumbadas en el sofá del comedor, viendo la televisión. Al otro lado, Kim ocupaba un asiento juntó a una g, cómo siempre esforzándose en acabar una informe prenda de punto. Sara se había sentado en un brazo del sillón, ayudando a Kim a desenredar los hilos y cogiéndole las agujas de vez en cuando para guiarla.
Sara meneo la cabeza:
—Ya no veo nada —dijo—. Si no lo dejamos ahora, vamos a sacar tres mangas.
Kim emitió una risita. Ninguna de las dos se fijó en Lincoln, que entraba arrastrando los pies, en delantal. Dirigiendose a Sara, le dijo tranquilamente:
—Necesito el champú.
Sara se sobresalto ligeramente y se volvió. Una fugaz expresión de fastidio paso por sus fracciones. Consulto su reloj y luego alzó la mirada:
—¿Por qué no me lo pedías antes? Ahora ya he cerrado el armario.
Lincoln cerro los ojos y luego volvió a abrirlos, con el gesto de quien se arma de paciencia.
—Estaba ocupado en la cocina— dijo en el tono de un adulto dando una explicación a un niño malcriado—. ¿Quiered darme el champú? lo necesito.
El diálogo atrajo la atención de Sam, que estána viendo la televisión desde el sofá'
—Valla, que perezosa eres Sara—dijo Sam
No muy segura de si Sam había hablado en serio o en broma, Sara se voltio a mirarla y dijo:
—Me duele la pierna de trabajar todo el día.
; «Que mujertan estúpida», pensó Sam, volviendose para segui mirando la televisión.Gabriel, que acompañada Jack se había puesto a mirar discos, dejo lo que estába haciendo y se enfrentó con Sara. Jack lo siguió. Gabriel, poniéndose desafiadoramente en jarras, saco la mandíbula y dijo en tono mordaz:
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viviendo un infierno
AléatoireLincoln es un muchacho de 10 años. Que tiene que lidiar con su familia de 10 hermana dando que su padre prefiere no meterse en los asuntos de su hijo asiendo que las que mande en la casa sea su hermana . Las constantes riñas y abuso físico por parte...