Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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La cena era el evento anual que celebraba la alianza con distintos grupos influyentes del país. Tradicionalmente el omega del líder de la organización se encargaba de organizar la celebración, pero debido al corto tiempo Minho había delegado esa responsabilidad a un encargado.
Cuando llegaron al lugar Jisung no pudo evitar notar cómo la seguridad se había incrementado al extremo. No era para menos considerando que personas muy influyentes estarían reunidas esa noche.
— No me vas a dejar solo con toda esta gente ¿verdad? — dijo Jisung tomando la mano que Minho le había extendido para ayudarlo a bajar del auto.
— Por supuesto que no. Tendré que hablar con algunas personas pero Felix y Seungmin ya están adentro, ellos te harán compañía — respondió Minho con una sonrisa tranquilizadora.
Al entrar al salón Jisung sintió de inmediato el peso de las miradas que se clavaban en él. Algunas eran de asombro otras cargadas de envidia y otras... ni siquiera sabía cómo describirlas.
La mezcla de emociones en el aire era palpable lo que le provocó un leve nudo en el estómago. La tensión que impregnaba la sala le recordaba que ese no era su mundo pero estaba aprendiendo a caminar en él desde que estaba con Minho.
Minho lo guiaba con paso firme manteniéndolo cerca, transmitiéndole una seguridad silenciosa. Al llegar a la mitad del salón Minho habló en voz baja con un tono que solo Jisung podía escuchar.
— A tu izquierda está Doyun, el padre de Felix. Probablemente no se atreva a meterse contigo mientras estemos todos presentes — dijo Minho con desdén — A su derecha, la mujer sentada junto a él, es la viuda de mi padre Lee Woong. Todavía guarda rencor... Si te dice algo ignórala, no tiene más poder que tú.
Jisung miró a la mujer de reojo sintiendo la hostilidad que emanaba de ella desde la distancia.
— ¿Poder? — murmuró Jisung — Solo he venido en tu compañía.
Minho sonrió con esa mezcla de orgullo y posesividad que lo caracterizaba. Sin vacilar deslizó una mano firme por la estrecha cintura de Jisung acercándolo más a él. El contacto era tanto un gesto protector como una declaración silenciosa.
— Por el simple hecho de ser mi omega tienes mucho más poder que muchos en esta sala — dijo Minho con seriedad — Eres mi pareja y eso te convierte en intocable. No dejaré que nadie te quite lo que es tuyo.
Jisung lo miró procesando el peso de sus palabras. Aunque a veces se sentía pequeño en comparación con la magnitud de la familia y la historia de Minho, sabía que su posición junto a él lo situaba en un lugar de privilegio y respeto. No solo por ser el omega del jefe sino porque Minho lo había escogido a él y eso tenía un significado que nadie podía ignorar.
Las miradas que antes lo habían puesto nervioso ahora se sentían diferentes. Sabía que lo observaban porque al estar al lado de Minho representaba mucho más de lo que alguna vez imaginó.
