Cap 28

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—Buenos días, Soph. —Le sonrío a mi cocinera, que tararea alguna canción de Bruno Mars mientras saltea unas verduras.

—Buenos días, señorita. El desayuno ya está listo, ¿quiere que le sirva?—pregunta y asiento, aún sujetando la mano de Killian, que decidió que quiere caminar, mientras Asher decidió que hoy quiere ser un bebé consentido y estar aferrado a mi.

—Si, por favor. —Ayudo a Killian a subir a su silla y me siento en la barra con Asher en mis piernas—. ¿Tomarás tus vacaciones esta semana?

Ella sonríe.

Sophie es mi cocinera desde que comencé a trabajar. Usualmente no tengo tiempo para llegar y cocinar, así que ella deja todo preparado para que yo lo caliente o termine de cocinarlo. Me hace la vida mucho más fácil.

—Así es. Dos meses de luna de miel para disfrutar al máximo. —Deja los panqueques en un plato frente a mi—. Puede llamar si tiene alguna duda o...

—Soph, voy a estar bien. —Ruedo los ojos—. Que no tenga tiempo para cocinar no significa que no sepa hacerlo. Y, siempre puedo simplemente ir a comer en casa de Christopher. —Me encojo de hombros y ella ríe.

Me gusta cocinar, por supuesto. Soy muy buena, de hecho, pero soy un poco perezosa. Puedo esforzarme en cocinar para los niños y yo simplemente pedir comida de un restaurante porque... sip, me importa más la salud de mis hijos que la mía. «¿Mal? Quizás, pero es más fácil pedir comida del restaurante de Sara o ir a casa de Chris que cocinar»

—Bueno. Pero igual puede llamar cuando lo necesite—me asegura y yo asiento, acariciando la espalda de mi pequeño cuando esconde su cabeza en mi pecho—. ¿El señor Christopher vendrá a desayunar? Puedo poner un plato más.

Miro el reloj en mi muñeca.

—Si, de hecho debería estar aquí en un par de minutos. —Le sonrío a Killian cuando Soph deja su plato frente a él y él sonríe complacido ante el primer mordisco de su panqueque.

Tomo un poco del mío con los dedos y lo llevo a la boca de Asher, que toma su bocado antes de volver a esconder su rostro en mi pecho mientras mastica.

—Bueno, pues una vez termine con el menú de la semana, me iré. —Soph pone un poco de carne cruda ya sazonada en un bowl de cristal.

—Suena bien. —Esta vez tomo el tenedor y como un poco de los panqueques—. Antes de irte pasa por mi oficina y te daré el cheque.

***

—¡Papi!—El chillido emocionado de Killian me avisa de la presencia de su padre antes de que lo vea siquiera entrar a la oficina.

—¿Qué haces?—pregunta en cuanto me ve y yo dejo la segunda carpeta con los papeles sobre la primera, tomando un marcador para ponerle las iniciales de Asher.

—Organizando sus papeles, pronto empezarán la guardería y quiero que todo esté en orden. —Levanto la cabeza para verlo y frunzo el ceño al ramo de hortensias azules y blancas—. ¿Y eso?

Puedo contar con una sola mano las veces que he recibido flores de Christopher. Y ambas fueron en fechas especiales. Específicamente el día de las madres y mi cumpleaños; pero nunca las recibí de sus propias manos.

—Son para ti. —Enarca una ceja—. ¿Sino para qué?

—Oh, mmm. No lo sé. —De repente me encuentro un poco nerviosa y con el corazón latiéndome con rapidez—. ¿Por qué son para mi?—Miro el calendario—. No es el día de las madres o mi cumpleaños...

—Porque quise comprarlas. ¿Acaso se hace solo en fechas especiales?—cuestiona y respiro profundo, sonriendo al ver a Asher estirarse para tomar el ramo—. No, a ti te traje tus pinturas. —Christopher lo carga y me extiende las flores—. ¿Vas a rechazarlas, Val?

Blood of The Gods [Christopher Morgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora