𝗦𝘂𝗺𝗺𝗲𝗿𝘁𝗶𝗺𝗲 𝗦𝗮𝗱𝗻𝗲𝘀𝘀 [ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋ]

004

Luego de curar a John B y dejarlo en el Chanteau, cada uno se fue por su lado. Las hermanas emprendieron camino a su casa luego de que Janessa juntara todas sus maletas con ayuda de su hermana. Savannah notaba el nerviosismo de la rubia y, aunque ella estaba igual o peor, contuvo sus emociones para apoyar a su hermanita.

Llegaron a la puerta de la casa y Savvy fue la primera en ingresar.

—¿Mamá? ¿Papá? —preguntó esperando que los mayores hicieran acto de presencia pero deseando en realidad que no estén.

Podía sentir el nerviosismo de la rubia, por lo cual intentó estar lo más tranquila posible para no alterarla y manejar la situación con sus padres.

—Savannah, ¿viste la hora que es? ¿Dónde está…? Janessa —su madre ingresó al salón seguida de su padre y se detuvo en seco al ver a su otra hija.

—Hola… —murmuró Nessa apenas audible.

Ambos adultos le dieron una mirada de arriba a abajo como si la estuvieran evaluando.

—¿No te enseñaron modales en el internado? ¿No vas a abrazar a tus padres? —preguntó el hombre en un tono severo.

Nessa, con bastante nerviosismo, bajó sus maletas y se acercó a sus padres. Los abrazó y Savvy podía sentir la tensión en el ambiente ante la actitud reacia de los adultos. Los soltó luego de unos segundos y se alejó sin siquiera poder mirarlos a la cara.

Savannah veía la escena bastante incómoda, queriendo rescatar a su hermanita, pero sabía que si intervenía sería peor para ambas.

Nessa intentó romper la tensión con un carraspeo antes de hablar.

—Sé que debí volver antes… —le temblaba un poco la voz— Pero quise sorprender a Savvy. —la miró y ella le sonrió en señal de apoyo— Luego se nos pasó la hora y…

—¿O sea que llegaste antes y no fuiste capaz de avisar? ¿Y tú, Savannah? Se supone que debes darle el ejemplo —reprochó su madre.

—¡Eso quería! ¡Lo juro! Pero por el huracán tuve que buscar refugio, y no hubo señal y… —ahora su padre la interrumpió con un grito furioso.

—¡¿Estás aquí desde el huracán?! —Janessa dio un leve salto del susto.

Savvy decidió interferir antes de que todo empeorara y se colocó frente a su hermana como queriendo resguardarla de la furia de sus padres.

—Mamá, papá, los del internado trajeron a Nessa ellos mismos hasta la isla. Intentaron dar aviso, pero como les explicó Ness, era imposible comunicarse —mintió— Lo importante es que está aquí, sana y salva. ¿No están felices? Yo la extrañé mucho.

Su madre intentó retomar su compostura tras una larga respiración y miró a su hija mayor.

—Claro que estamos felices, Savvy. Solo nos preocupamos —miró a Nessa— Y dime, Janessa, ¿qué tal el internado? —preguntó con su mirada fija en ella.