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En la mañana muy temprano, Savannah terminaba de guardar un par de cosas en su bolso y salía con mucho cuidado por la ventana de su dormitorio luego de asegurarse de cerrar la puerta con llave

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En la mañana muy temprano, Savannah terminaba de guardar un par de cosas en su bolso y salía con mucho cuidado por la ventana de su dormitorio luego de asegurarse de cerrar la puerta con llave.

Caminaba por las calles con dirección al mar. No sabía qué hora era exactamente, pero sabía que era muy temprano debido a que el sol no terminaba de salir y las tiendas estaban cerradas. Era el único momento del día en el que podía tener un momento a solas en completa paz sin preocuparse por nada ni nadie.

Llegó a la playa, dejó una toalla y sus cosas, se sacó las sandalias y su vestido, y corrió a sumergir sus pies en el mar. La sensación del agua fría en sus pies era sumamente reconfortante para ella. Cerró los ojos inhalando el aroma del mar. Se zambulló completamente, mojando todo su cuerpo y dejando que el agua la cubriera, llevándose con el vaivén de las olas toda sensación de pesadez de su cuerpo.

Salió del agua y caminó hacia sus cosas, se secó un poco con otra toalla y se colocó protector solar porque sabía que dentro de unas horas el sol estaría en lo alto.

Se recostó en la toalla y abrió el último libro que estaba leyendo; llevó dos más por si acaso. Cuando leía, estaba tan absorta que perdía la noción del tiempo y solía terminar libros completos en poco tiempo. Un día terminó una saga de ocho libros en una noche; leer era algo que le fascinaba.

Ella soñaba con tener su propia casa, quizás compartirla con Ness o su novio, y abrir una enorme librería donde estaría horas leyendo todos los libros que llenaban los estantes. Algo como lo que hacía con la biblioteca de sus padres, pero diferente, ya que esos libros eran más de investigación o para aprendizaje, y claro que los había leído. Cada libro que estaba en la biblioteca había sido leído por ella desde muy pequeña, por eso no eran novedad. Además, gran parte de su vida se la pasó haciendo el trabajo administrativo y contable del lugar, trabajo que le correspondía a sus padres, pero le dieron a ella.

En su sueño, ella tendría gente que trabajara para la administración de la librería, atendiendo a clientes y demás. Solo estaría en la parte contable, pues no le confiaría ese trabajo a cualquiera. Sin embargo, pasaría la mayor parte del tiempo entre páginas y mundos ficticios, enamorada de hombres inexistentes escritos por maravillosas mujeres.

Cuando terminó el libro aún era muy temprano, así que sacó un jugo y un sándwich. Aprovechó ese momento para comer en paz, sabiendo que sus agitados días no le permitían disfrutar de la comida como debía. Vivía a agua la mayor parte del tiempo, con suerte comía dos snacks al día y eso era mucho. Aunque siempre llevaba una barra de cereal, un dulce, o algo con ella, nunca encontraba el momento para comer, debido a que iba de un lado al otro haciendo mil cosas. Y todo eso la llevaba a tener mareos y a que se le cerrara de una forma horrible el estómago.

Cuando el sol ya le empezaba a quemar la espalda y terminaba su segundo libro, supo que era hora de volver. Sin embargo, se desvió hacia la casa de su novio.

𝗦𝘂𝗺𝗺𝗲𝗿𝘁𝗶𝗺𝗲 𝗦𝗮𝗱𝗻𝗲𝘀𝘀 [ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora