ʚ『Capítulo 21』ɞ

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Le digo a Shoto que aprovecharé la hora de la comida para hablar con Bakugo, ya que durante la clase no le hace caso a nadie. Ahora estoy yendo, lista para lo que podría ser una pelea en medio de la cafetería.

—Mira quién está aquí, es nuestra segunda compañera más inteligente —comenta un chico de pelo amarillo, mientras se acerca a mí. —¡Hola, preciosa!

Se para cerca y me toma del brazo, dándome un beso inesperado. ¿Qué demonios fue eso? Ignoro la situación, intentando mantenerme enfocada en el objetivo.

—No deberías estar con Todoroki; siempre están juntos, hasta parecen pareja —me dice Mina, mordaz. ¿Qué le hice para que me hable así?

—Tengo que hablar con Bakugo —le respondo, caminando hacia él, que está al lado del pelo rojo que vencí. —No tengo tu número para hacer la tarea en parejas.

—¿Cómo que tenemos tarea? —gritan Mina y el rubio al unísono, su sorpresa es palpable.

—¿No revisan la página? Ahí es donde nos llegan las tareas —respondo, tratando de mantener la calma.

—Ignóralos —dice Bakugo, finalmente. —A ver, dame tu celular. —Le paso mi dispositivo, y él guarda su contacto.

—Te mandaré un mensaje al rato para ponernos de acuerdo con el trabajo.

—Como sea.

Me doy la vuelta y regreso a la mesa con Shoto, sonriendo, pero cuando llego, noto que su expresión es más seria de lo habitual.

—¿Te fue bien? —me pregunta, su mirada indagadora busca en mis ojos.

—Sí, pensé que sería peor, pero al parecer hoy está de buenas.

Me pasa una bandeja, lo que me indica que él fue a por mi comida mientras estaba platicando con Bakugo. Agradezco el gesto y comenzamos a charlar, pero en el fondo, siento una mirada fija en mí.

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Más tarde, me encuentro frente a la casa del rubio explosivo. Él decidió que esta sería nuestra ubicación, así que, por mí, no hay problema. Toco el timbre y espero, pero antes de que abra, escucho gritos de una mujer, y luego lo oigo gritar a él. La incomodidad me invade, y por un instante, tengo ganas de decirle que hagamos el trabajo en otra ocasión.

Odio las peleas entre extraños, porque me hacen sentir incómoda. Siempre piden tu opinión, y no sabes qué decir. Justo cuando pienso en huir, Bakugo abre la puerta, pero lo que me sorprende es que la versión femenina de él, probablemente su madre, aparece.

—Tú eres la amiga de la que me habló Katsuki. ¡Entra, pasa! —me dice amablemente, como si no estuviera gritando minutos atrás. Hago una pequeña reverencia para presentarme.

—Mi nombre es Akemi.Saimori.

Unos segundos después, Bakugo aparece, luciendo bien con su ropa.

—Llegaste temprano, sí que eres puntual.

Me invita a pasar, y nos dirigimos a su sala de trabajo. Tal vez debimos quedarnos en la cafetería donde Shoto y yo pasamos el tiempo.

—¿Escuchaste la pelea con mi mamá?

—Sí, pero no soy una habladora para contarle a todos tus problemas familiares.

—Lógico, de la niña rica.

Lo miro con sorpresa.

—No me vengas con que no eres rica. Solo con verte, que no lo demuestres como Yaoyorozu, no significa que no lo seas. De seguro eres una niña mimada, que solo se junta con el mitad y mitad porque él también lo es.

—Te equivocas en lo segundo. Me junto con él porque es el único a quien conozco desde pequeña, pero no te voy a contar mi vida porque no confío en ti.

Se ríe, y comenzamos a hablar sobre la tarea. Así transcurre el tiempo hasta que recibo un mensaje de mi papá. Él enviará un taxi por mí, ya que es un poco tarde.

—Tu chófer ya llegó, te acompaño —ofrece Bakugo.

Donde se Cruzan los Recuerdos (BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora