El rey y la princesa llegaron al castillo siseantes y muy asustados, pues el Reino Grumpink se había revelado contra Hamerlot. Y se hizo oficial, pues un enano Grumpink se paró en el Balcón Real e hizo sonar el Cuerno del Terror. Específicamente, el Cuerno del Terror anuncia la llegada de un enemigo al castillo.
«Comenzó la guerra». Pensó Fulgor.
Los árboles del bosque empezaron a crujir, se estaban cayendo por los trolls que venían detrás. Eran cientos, y junto a ellos venían humanos. Los de Hamerlot llamaban a los humanos de la raza Grumpink "humanos sin razón".
Por los aires se acercaban a los muros de Hamerlot dos dragones, con alas negras y cuerpo azul, tiraban fuego, eran grandes y aterradores.
Lo único que hizo Fulgor y su padre fue correr hacia el castillo.
Cruzaron el jardín central y entraron a la torre principal, que era la mas alta, y la que ya estaba tomada por enanos.
La torre por dentro estaba repleta de Grumpinks enanos. La princesa no tuvo otra opción; empezó a rebuscar entre sus linajes y sacó su cuchillo. Comenzó a matar a cualquier enano que se le viniera encima. Lanzaba patadas y pegaba puñetazos. Mientras que su padre sólo la seguía.
Llegaron a tientas junto al esclavo de Fulgor, este le pasó a la princesa una espada y una cota de malla.
Fulgor infirió que todos ya sabían que Hamerlot estaba siendo tomado. Incluso el pueblo de la periferia.
Fulgor se puso su cita de malla, agarró bien fuerte el mango de su espada y le dijo al esclavo que llevara a su padre a las catacumbas. El esclavo lo hizo. Y la princesa se despidió de su padre por la espalda.
Se escuchó un estruendo fuerte proveniente de la puerta principal, Fulgor se acercó sigilosamente, y comprobó su sospecha, la puerta de Hamerlot había se había caído, y sus enemigo estaban entrando por decenas.
Salió de su escondite y se puso a pelear contra los Grumpinks. Ya no había nada que hacer,Hamerlot había caído.