Venecia Di Angelo.
Venecia había pensado demasiado en Luke los últimos meses que pasaron separados, de vez en cuando hasta se iba a dormir en la antigua cama de el, imaginando lo que le diría si alguna vez se encontraban.
Pero el estaba ahí delante de ella, apuntandola con la punta de su espada, y ella solo podia pensar en lo alto que estaba. Se odiaba a si misma por ser tan débil frente a el.
Venecia no estaba segura de cuánto tiempo paso en silencio mirándolo, hasta que el bajo su espada y se acercó para acariciar su mejilla. para burlarse de ella obviamente.
Un nudo lleno de furia estalló en su pecho, era como un tumor de amargura, rabia, y preocupación con el que había estado cargando desde el verano pasado.
Venecia le agarro la muñeca y lo lanzó por encima de su hombro. Luke se estrelló contra el pavimento. Sus amigotes avanzaron a toda prisa hacia ella, pero Luke grito:
-¡Alto!
Venecia colocó su rodilla sobre el pecho de Luke y le presiono la garganta con su antebrazo. En ese momento le daba igual lo que pensara la gente a su alrededor.
-Me abandonaste.- Finalmente logro decir Venecia.
-Veo que no has perdido tú toque.- se burló Luke.- Yo también te he echado de menos, Vennie.
Venecia de repente sintió que el nudo acalorado de emociones se derritió en su interior.
-Eres un idiota.- Exclamó con disgusto.
Venecia se levantó y de inmediato una chica que debía tener al menos unos 15 años la agarro por el hombro y la empujó lejos de Luke con una fuerza brutal. Venecia solo logro pensar en lo bien entrenada que estaba aquella chica.
-Vamos, subamoslos a bordo.- Ordenó Luke mientras se ponía de pie.
Unos osos gemelos empujaron a sus amigos hacia delante, hasta que los siete subieron a bordo de un enorme crucero que se llamaba Princesa Andrómeda. Y los llevaron a la cubierta de popa, frente a una piscina con surtidores que rociaban agua.
Una docena de perros infernales, lestrigones, y semidioses con armaduras se habían reunido alrededor de Venecia y sus amigos.
-Bueno.- Musitó Luke.- ¿Dónde está el vellocino?
Luke los examinó con atención. Le dió un asentimiento a la chica y está empezó a revisarlos uno por uno.
-Hey.- Protesto Grover cuando la chica se asomo a los vaqueros del sátiro.- ¡Eso es pelo de cabra natural!
-Perdoname, viejo amigo.- Se disculpo Luke con una sonrisa.- Mi amiga acá se destaca particularmente por buscar en lugares inimaginables. ¿Verdad, Cat?
-¿Cat? ¿Que clase de nombre es ese? - Pregunto Raissa con disgusto.
-Es el apodo de Catalina.- le contesto Luke con un tono burlón.- Es bueno volver a verte reina de la belleza.
Raissa entorno sus ojos.
-Eres incluso más insoportable de lo que recordaba.
-Bueno, parece que alguien no tuvo un buen día.- Dijo Luke con una sonrisa.- ¿No te halagaron lo suficiente?
Raissa presiono la empuñadura de su daga, lista para atacarlo, pero Venecia le puso una mano en su hombro logrando relajarla.
-No lo hagas.- le susurro venecia a la rubia.- No vale la pena.