Venecia di Angelo.
Los angeles/ Inframundo.
20/06/2006.El taxi nos dejó frente al bulevar Valencia, los cinco se bajaron y el taxi se esfumó. Venecia miro el rótulo de letras doradas sobre mármol negro: «Estudios de grabación El otro barrio» debajo, en las puertas de cristal, se leía: «Abogados no, vagabundos no, vivos no.»
Era casi media noche, pero el recibidor estaba bien iluminado y lleno de gente. Tras el mostrador de seguridad había un guardia con gafas de sol, porra y aspecto de tío duro.
Venecia volvió hacia sus amigos.
-Muy bien. ¿Recuerdan el plan?
-¿El plan? - Grover tragó saliva.- Si. Me encanta el plan.
-¿Que pasa si el plan no funciona? - Preguntó Annabeth.
-No pienses en negativo.- le dijo Percy.
-Vale. - Dijo - Vamos a meternos en la tierra de los muertos y no tengo que pensar en negativo.
Percy saco las perlas de su bolsillo y se las entrego a Grover, Annabeth, Venecia y Raissa.
-¿Que hay de tí? - pregunto Venecia observando la perla.
-Me las arreglare más tarde.- le respondió Percy.
Venecia miro su perla y se la devolvió a Percy, todas las miradas se dirigieron hacia ella con preocupación.
-Vennie...- empezó a decir Annabeth.
-No voy a dejar que te quedes allá abajo. Por ningún motivo Percy. me aseguraré que Hades te devuelva a tu madre y todos saldremos vivos del Inframundo.
Percy miro a Venecia y se sintió agradecido, hace un par de días Venecia solo quería matar a Percy por ser reclamado pero ahora ella estaba dispuesta a quedarse en el Inframundo con tal de que sus amigos salieran con vida de aquella misión. Percy metió la perla en su bolsillo.
-Vamos a visitar a tú padre, entonces.
Los cinco se adentraron en la recepción de EOB.
Una música suave de ascensor salía de de altavoces ocultos. La moqueta y las paredes eran gris acero. En las esquinas había cactos como manos esqueléticas. El mobiliario era de cuero negro, y todos los asientos estaban ocupados. Había gente sentada en los sofás, de pie, mirando por las ventanas o esperando el ascensor. Nadie se movía, ni hablaba ni hacía nada.
Raissa se acercó a Venecia y la tomo del brazo como si estuviera asustada y con mucha razón, a simple vista las personas que estaban ahí parecían totalmente normales pero si te centrabas en alguno en particular, parecisn transparentes. Se podía ver a través de sus cuerpos.
El mostrador del guarda de seguridad era bastante alto, así que tenían que mirarlo desde abajo.
Era negro, alto y elegante, de pelo teñido rubio y cortado estilo militar. Llevaba gafas de sol de Carey y un traje de seda italiana a juego con su pelo. También lucia una rosa negra en la solapa bajo una tarjeta de identificación. Percy intento leer su nombre mientras que Raissa se distrajo con la rosa.