Eran las seis de la tarde y Jungkook estaba encerrado en su cuchitril porque no tenía ganas de estar con nadie. Mintió a sus padres, diciendo que había quedado con Taehyung y Jackson, cuando lo invitaron a cenar y ver una película en casa, y también fingió tener planes con sus padres para no verse con Jackson. El mensaje de Eunwoo simplemente lo había ignorado, no quería saber nada de su trabajo, y el beta le recordaba a éste.
Necesitaba estar a solas con sus pensamientos, quizá solo así podría poner orden a sus ideas, procesar lo escuchado, lo que había pasado y lo que sentía.
Se sentía absurdo y se sentía avergonzado. Había caído como un tonto. Años de fingir indiferencia, mostrando desinterés y un solo movimiento de Park Jimin le había hecho arrodillarse ante él.
¿Quién en su sano juicio se enamoraba de alguien a primera vista? Aparentemente él. Y para colmo de un omega. Era estúpido.
Pero su flechazo iba a seguir siendo siempre solo eso, nunca pensó que podría suceder lo que había ocurrido, ¿y ahora?Odiaba admitirlo, pero su jefe tenía razón. Park Jimin solo era un enamoramiento que debía olvidar, era inalcanzable para alguien como él.
Solo un polvo. Eso era lo que había sido y en el fondo él lo sabía. Quizá se confundió un poco, llegó a creer que eran algo así como amigos, porque cuando se quedaban hablando los temas de conversación no acababan, tenían gustos en común , se reían de las bromas del otro...
Pero era muy joven y por más que su corazón se sintiese pisoteado y su orgullo humillado el mundo no se acababa. Tenía toda una vida por delante. Lo olvidaría, tarde o temprano lo haría.
Llamaron a su puerta y por la forma en que los nudillos repiquetearon supo de quien se trataba, apretó los dientes y se planteó fingir que no estaba, pero su orgullo, aparentemente, no estaba tan destrozado, así que antes de procesarlo ya estaba abriendo la puerta.
— Jungkook, yo...
— Lo siento, pero hoy no tengo ganas.
El omega abrió los ojos en grande ante la respuesta del castaño sin haberlo dejado ni si quiera terminar la frase, fue cerrando la puerta, pero colocó su mano antes.
— Yo no... No vine por eso.— Bajó levemente la vista.— Quería disculparme.
— ¿Por qué?
Jimin nunca lo había visto así, tan serio, tan frío. Tragó saliva y trató de evocar las palabras que había estado reproduciendo en su cabeza durante el camino.
— ¿Sabes qué? Déjalo, no tienes que disculparte. Los dos sabemos que oí parte de la conversación con tu hermano y tenías razón.
De nuevo el omega lo mira como asustado, no entiende nada, la actitud del más joven lo desconcierta, pero tampoco le sorprende que ni si quiera se haga a un lado para dejarlo pasar y hablar dentro.
— No, oye... Fue muy feo lo que dije.
— Tal vez no fueron las mejores palabras, pero al fin y al cabo eso es todo, somos un polvo y ya.
Jungkook no sabía muy bien de donde estaba sacando la valentía para decir aquello y con tanto temple; probablemente era el resultado de años fingiendo que todo le importaba una mierda.
— Somos amigos... ¿no?
El castaño apartó la mirada porque los ojos suplicantes de Jimin y su expresión de desconcierto le hacían sentir ganas de abrazarlo, pero no debía hacerlo y no lo haría.
— Supongo que te refieres a amigos con derechos, porque yo con mis amigos no me acuesto.
— Oh...
El aroma leve del omega que estaba casi enmascarado por los supresores aumentó y un cambio en él que indicó al beta que esa conversación le estaba afectando. Hizo su cara a un lado, mirando prácticamente hacia atrás, como si dentro de su apartamento de una sola habitación tuviese algo súper interesante.
— Creo que deberías irte a casa.
— Pero...
— Estás a punto de ponerte en celo, Jimin. Regresa a casa o busca un alfa con quien pasarlo, pero márchate ya, por favor.
El nudo de la garganta de Jungkook apenas se notó y el omega, que estaba aturdido por tantos supresores y todo lo que estaba ocurriendo no se dio cuenta, solo frunció el ceño ante lo último y volvió a mirarlo con aquellos ojos que lo idiotizaban.
— No me buscaré a nadie...
Jimin no estaba en sus plenas facultades y Jungkook lo podía ver, apretó la mano con la que sujetaba su puerta y tragó saliva antes de decir:
— Puedo llamarte a un taxi.
El omega se sintió extraño, su celo estaba cerca pero sentía frío y se percibía muy pequeño. Se agarró del puño de su jersey y tiró hacia abajo, miró hacia la izquierda, aquella planta del edificio que estaba sucia, dio un paso atrás.
Los ojos del beta y el omega se encontraron de nuevo, justo antes de que los del pelinegro bizquearan y su cuerpo cediera. El castaño lo atrapó justo antes de que impactara contra el suelo.
Jungkook maldijo para sus adentros y lo ayudó a levantarse y caminar hasta el interior de su apartamento, lo dejó sobre su cama y cerrando la puerta fue a buscarle agua.
— No tengo sed.— Dijo el pelinegro viéndolo acercarse con el vaso de agua con su vista un poco nublada.
— Le puedo echar azúcar, quizá ha sido una bajada.
Jimin niega con la cabeza, logrando así marearse más, se sujeta la cabeza con una mano y su cuerpo se ladea. El beta lo insta a tumbarse y le coloca la almohada y dos cojines bajo los pies para mantenerlos más altos.
— Es por los supresores... Tomé demasiados.
Jungkook chista ante aquello, pero no le dice nada, él no tiene ni idea de lo que es atravesar un celo y, aunque no está recomendado, él mismo se ha tomado supresores para dejar de sentir a su lobo, así que no es quien para reprochar nada.
— ¿Quieres que llame a alguien para que te lleve al médico?
— No, no.
Jungkook aún sostiene el vaso de agua en la mano, de pie al lado de la cama individual; la frente de Jimin se ve sudorosa, sus iris cambian levemente de color.
— Yo no puedo llevarte, ni si quiera tengo coche propio.
Jimin se pasa el antebrazo por los ojos, los deja cerrados por un buen rato, siente el pulso en sus oídos, ya no tiene frío, ahora le está empezando a invadir el calor y sabe que su lobo está luchando contra la medicación.
— Jungkook...
Abre los ojos y ve que el castaño está leyendo algo en el móvil, él se sienta con dificultad, un latigazo ardiente le recorre toda la columna, se agarra al borde de la cama, su olfato busca y encuentra lo que quiere. Cree que el beta no lo ha oído.
— Jungkook, lo siento, no eres solo un...
Una llamada entrante lo interrumpe, se saca con dificultad el móvil del bolsillo y tiene la vista tan nublada que no logra ver quién es en la pantalla. Los dedos largos del más joven tocan los de él al sacarle el móvil de las manos y contestar la llamada. Siente un rugido fuerte desde dentro, el calor lo abofetea y sus extremidades comienzan a temblar.
— Jung...No oye nada, ni si quiera su propia voz, sus párpados pesan tanto como su cuerpo entero y finalmente se desmaya.
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🐺Two is better than one🐺 (Kookmin)-OMEGAVERSE.- FINALIZADA-
FanficEstaba haciendo un nido por primera vez en su vida, pero no era un nido cualquiera, era un nido en el que había ropa ajena y no de un alfa precisamente... Si su padre se enteraba lo iba a querer matar. NO SE PERMITEN COPIAS NI ADAPTACIONES.