Cenizas de un viejo amor

Capítulo 32: Colina Abajo

El sol ya estaba en su punto más alto cuando las chicas terminaron de recoger lo poco que habían ocupado en el campamento. Subieron a sus respectivos caballos, listos para continuar con la travesía. Las más jóvenes, Jimin y Minjeong, encabezaban el grupo, compartiendo risas y conversaciones ligeras mientras Seulgi y Joohyun las seguían de cerca, montando en el mismo caballo.

Joy, como siempre, no tardó en romper el silencio con uno de sus comentarios mordaces.

-A este paso, seré la única sin pareja en este grupo -se quejó, exagerando su tono y lanzando una mirada cómica hacia las chicas que iban adelante.

Jimin y Minjeong intercambiaron una sonrisa cómplice al escucharla, mientras Seulgi y Joohyun compartieron una mirada, ya acostumbradas a las bromas de la pelirroja. Pero, bajo ese humor, sabían que Joy no estaba completamente equivocada. Sin embargo, ninguna respondió. El grupo continuaba su camino, los caballos marcando un paso constante mientras avanzaban por el sendero cubierto de árboles.

Después de un rato, Joy igualó la distancia con Seulgi y Joohyun, buscando un nuevo tema de conversación para mantener su mente entretenida.

-Minjeong me recuerda mucho a alguien -comentó, dirigiendo su mirada hacia las chicas más jóvenes que cabalgaban adelante-. Hace unos años conocí a una chica de la nobleza. Fue expulsada de su familia por tener una relación con una bruja. No tuve oportunidad de conocerla muy bien, pero si mal no recuerdo, su nombre era Taeyeon.

Joohyun frunció el ceño ligeramente, al escuchar el nombre que mencionó Joy. Seulgi, que también reconoció el nombre, suspiró. Sabían que no podían dejar esa conexión sin aclarar.

-Es curioso que la menciones -dijo Joohyun con una pequeña sonrisa-. Porque Minjeong es su hija.

Joy, que no esperaba esa respuesta, la miró con sorpresa.

-¿Taeyeon tiene una hija? -preguntó, ahora más intrigada que nunca.

-Sí -confirmó Seulgi-. Taeyeon y Tiffany son sus madres. Aunque Minjeong siempre ha preferido mantener esa parte de su vida privada, al menos hasta que se siente cómoda.

Joy asintió lentamente, procesando la información. Aunque ya había conocido a Minjeong en sus primeras misiones, nunca había adivinado que la joven cazadora tenía tal linaje. No era una sorpresa del todo, considerando la habilidad y fuerza que Minjeong había mostrado desde que se unió al grupo, pero ciertamente le daba un nuevo contexto a la presencia de la joven.

-Bueno, eso explica lo que sucedió ayer. Pero no quise preguntar más pues se nota que la chica aún tiene conflictos para aceptar su naturaleza-dijo Joy -. Es una chica increíble con mucho potencial.

Mientras hablaban, las más jóvenes seguían adelante, intercambiando miradas y risas discretas, cada vez más cómodas la una con la otra. La relación entre Jimin y Minjeong había crecido desde que se conocieron, y aunque ninguna lo expresara abiertamente, era evidente la atracción que compartían.

Joy observó por un momento cómo Jimin le dirigía una sonrisa cálida a Minjeong, quien respondió de forma tímida pero sincera. Joy no pudo evitar sentir una leve punzada de ternura al verlas. Era un recuerdo distante, algo que le evocaba su propia juventud y las conexiones que una vez tuvo.

-A veces pienso que no les queda mucho para confesar lo que sienten -dijo Joy con una risa suave, observando cómo las dos compartían miradas cada vez más significativas.

Seulgi sonrió ante el comentario, pero no respondió de inmediato. Joohyun, por su parte, observaba con atención cómo la dinámica entre las más jóvenes comenzaba a estrecharse, quizás así habían sido ella y Seulgi en un principio de su relación.