CAPÍTULO 5: GULFIE

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En las pocas semanas desde que empecé en Ballsy Boys, descubrí que los viernes por la noche en el club Bottoms Up es una tradición para los muchachos, y estoy encantado de ser incluido. La música es alta, las bebidas son fuertes y los chicos están calientes, lo que se suma a una gran noche de viernes en mi libro.

Nos quedamos hablando de trabajo y, en general, chismeando mientras bebo mi bebida. Mew nunca viene con nosotros a Bottoms Up, o mejor dicho, no lo ha hecho desde que yo vine. Extrañamente, Heart tampoco viene. Me pregunto de qué se trata todo eso.

No puedo evitar preguntarme por Mew, pensar en él más de lo que probablemente debería, querer saber más sobre él. Ha estado en el set de todas mis escenas, dirigiendo, observando, haciéndome sentir caliente por todas partes con su intensa mirada y su siempre presente erección presionando contra la parte delantera de sus pantalones. Pero nunca se queda a charlar una vez que termina la escena, y nunca me busca para conversar como lo veo hacer con los otros chicos en ocasiones. Me pregunto si es porque soy nuevo y todavía no nos hemos conocido, o tal vez no le agrado. Por otra parte, podría ser que esté leyendo demasiado sobre las cosas, prestándole demasiada atención y volviéndome paranoico. El hombre está tratando de dirigir una compañía de producción completa, y estoy seguro de que un nuevo empleado es una de las últimas cosas en su mente.

–¿En qué estás pensando tanto, Gulfie? – Rebel pregunta, golpeando su hombro contra el mío en un gesto amistoso. Lo miro. Su camisa me ha estado molestando toda la noche. El color no es adecuado para su cutis, y cuando lo toqué antes, noté que el material es áspero y picante, y ni siquiera me permití comenzar con las costuras; las costuras deficientes son el sello distintivo de la ropa de fabricación barata. Y me doy cuenta de que obsesionarme con su camisa barata en este momento es una táctica de evasión de mi parte.

–Oh nada. – Tomo otro sorbo de mi bebida dulce y rosa que ya olvidé el nombre. –Sólo me pregunto si Mew alguna vez viene al club con ustedes.

–¿Mew en Bottoms Up? Honestamente, no puedo imaginarme eso –, interviene Brewer con una sonrisa.

–Oh, ¿la escena del club no es lo suyo? – Pregunto tan casualmente como puedo.

—No, hasta donde yo sé, pasa todo el tiempo en su oficina o en casa como un ermitaño. Lo prepara para almorzar con nosotros de vez en cuando, pero eso es todo –.

–¿Tiene citas o algo? –

Todos los chicos comparten una mirada como si la idea nunca se les hubiera ocurrido antes. Genial, estoy regalando a mi estúpido pequeño enamoramiento.

Rebel pone un brazo sobre mi hombro y besa la parte superior de mi cabeza.

–Si sale, no es algo que discuta con nosotros–, dice. –Pero, por todo lo que he aprendido sobre Mew en los años que he trabajado para él, es que se enorgullece de ser profesional. Estoy seguro de que no es un accidente que no sepamos de su vida personal, porque mantiene su vida personal y su vida profesional separadas –.

La decepción se apodera de mí mientras leo entre líneas lo que dice Rebel. Mew nunca saldría con un empleado porque eso sería poco profesional. No me di cuenta de cuán profundo estaba ya mi enamoramiento hasta este momento lleno de un anhelo que sé que no se cumplirá. En esta industria, es raro encontrar a alguien con tanto profesionalismo e integridad como Mew, y debo respetar eso. Estoy seguro de que eventualmente superaré este estúpido enamoramiento y podremos tener una relación normal entre empleado y jefe. Y hasta entonces, tendré que concentrarme en hacer bien mi trabajo y acercarme al resto de los muchachos.

Algo llama la atención de Rebel, y una gran sonrisa aparece en su rostro. Su brazo cae alrededor de mi hombro.

–¡Oye, es el chico banana! – él grita.

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