CAPÍTULO 12: GULFIE

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No estoy seguro de poder ponerme más enojado si lo intentara. Sin ningún lugar donde estar hoy, nunca me molesté en quitarme el pijama. Después del rechazo que me infligió Mew, seguido por ese fotógrafo pícaro a la mañana siguiente, creo que me he ganado un día llorando mientras veía comedias románticas y comía comida chatarra.

No debería sorprenderme por la situación de Mew, y supongo que no lo estoy realmente. Cuando hice el plan para seducirlo, supe que no le gustaba salir con empleados, pero lo hice de todos modos. Me duele muchísimo que no signifique más para él, pero no puedo aceptar que fue un error.

Mi teléfono suena en la mesa de café y lo levanto para ver algunos mensajes en Grindr. Suspiro y los ignoro sin mirar. Estúpido Mew y su estúpida polla mágica en la que no puedo dejar de pensar. Hombres como Mew deberían venir con una advertencia: te arruinarán para otros hombres, procede con precaución.

¿A quién diablos estoy engañando? De todos modos habría atravesado esa señal de advertencia y me habría metido en la cama con él. Ojalá hubiera alguien con quien pudiera hablar sobre todo esto. Por una vez, no se trata de no tener amigos, porque Rebel, Brewer y el resto de los muchachos son mis amigos, pero no puedo contarles lo que pasó en Nueva York. Y como no conozco a nadie más en Los Ángeles, mis opciones son extremadamente limitadas.

Sin pensar, me encuentro recuperando mi teléfono y escribiendo un mensaje de texto.

Gulfie: Oye

Luke: Hola cariño, ¿cómo te va?

Gulfie: Meh

Justo en el momento justo, mi teléfono comienza a sonar.

–Hola–, respondo.

–¿Qué esta mal, bebé?– Luke pregunta sin perder el ritmo. Su preocupación me calienta, pero no como solía hacerlo. Me gusta saber que hay alguien que se preocupa por mí y se preocupa por mi bienestar, pero eso ya no me hace querer abrazarlo o besarlo.

–Creo que podría haber hecho algo estúpido–, lo admito.

–Dime qué pasó–, me pide, y puedo escuchar el sonido de él arrastrando los pies poniéndose cómodo al otro lado del teléfono.

–Ahí está este hombre ...– confieso con un suspiro. Estoy seguro de que no hay nada que Luke pueda decir para mejorar esto, pero tal vez sacarlo de mi pecho me hará sentir menos solo.

–¿Un posible nuevo Daddy?–

–Quiero que lo sea, pero él no me quiere a mí–.

Luke suelta una carcajada. –¿Es ciego o simplemente estúpido?– Me río. –Él es ... um, es una especie de mi jefe–.

–Oh Kana–, suspira, y puedo imaginarlo moviendo la cabeza hacia mí. –¿Sabe cómo te sientes?–

Le hablo de Nueva York y del rechazo posterior, dejando de lado el otro drama que ocurrió, porque si se enterara de eso, estoy seguro de que estaría en el próximo avión a Los Ángeles para arrastrarme de regreso a Illinois.

–Odio decirte esto, cariño, pero tal vez solo hubiera querido una cosa de ti–, dice con cuidado.

–Él no es así–, discuto. –Es un buen hombre. Todo el mundo lo dice y lo he visto con mis propios ojos. No usa a la gente –. Puede que esté un poco más a la defensiva de lo necesario, pero no puedo soportar que nadie piense que Mew es un aprovechador o un cretino.

–Si estás seguro de que no te estaba usando, entonces tal vez le gustas más de lo que quiere admitir. Puedes ser un torbellino y no todo el mundo está preparado para eso. Puede que necesite tiempo para adaptarse a lo que siente por ti –.

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