DC: Comienza como Superman femenina/Supergirl

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Metrópolis está muy cerca de Ciudad Gótica. De hecho, puedes cruzar un puente desde Metrópolis, tomar una autopista y llegar rápidamente a Ciudad Gótica. Solo hay un lago o mar interior entre las dos ciudades.

En este momento, Kara está conduciendo un sedán, cruzando ese mismo puente en su camino a Ciudad Gótica. Después de todo, Perry la engañó para que entrevistara a Bruce Wayne.

"Maldita sea Perry", murmuró Kara en voz baja, apretando los dientes.

La razón por la que Perry logró persuadirla fue simple: le ofreció un mes completo de vacaciones pagadas. La única condición era que Kara tenía que preparar cuatro columnas con una semana de anticipación.

Y honestamente, las vacaciones eran demasiado tentadoras para resistirse. Ese mes libre le permitiría relajarse, ir a casa para pasar tiempo con su familia y ayudar a Clark a prepararse para la universidad.

En cuanto a las columnas, Kara ya había preparado los borradores con mucha anticipación. Así que no fue una sorpresa que Perry supiera que había enviado la columna de esta semana ayer, y la de la próxima semana hoy.

De hecho, Perry también sabía que tenía varios borradores listos, pero no se molestó en revisarlos a fondo. Maldita sea, Perry, definitivamente le iba a dar una lección cuando regresara.

Aunque la distancia entre Metrópolis y Ciudad Gótica no es mucha, llegar a Ciudad Gótica no significa que vaya a estar en casa de Bruce de inmediato. Kara había llamado a Bruce cuando estaba cruzando el puente para preguntarle dónde estaba. Acababa de regresar a la ciudad y estaba descansando en la Mansión Wayne.

La Mansión Wayne es una gigantesca finca ubicada en las afueras de Ciudad Gótica. Si Kara quería visitarla, primero tendría que conducir por gran parte de Ciudad Gótica.

"Problemas, siempre problemas", murmuró Kara, todavía refunfuñando.

La verdad sea dicha, deseaba poder volar hasta allí en lugar de conducir. Sería mucho más rápido. Pero por ahora, no tenía más opción que conducir a una velocidad razonable. Después de varias horas de viaje, finalmente llegó a las puertas de la Mansión Wayne alrededor del mediodía.

La Mansión Wayne se extiende a lo largo de varios miles de metros cuadrados. El jardín y el césped que lo rodean están decorados con buen gusto, y el impresionante castillo que se encuentra en el centro es espléndido y magnífico, como algo salido de una fantasía medieval.

Aquí es donde la familia Wayne ha vivido durante generaciones. El valor de la propiedad por sí solo es suficiente para convertirla en un sueño hecho realidad para una persona común, siempre y cuando no se quede sin dinero.

Cuando llegó, Kara llamó a Bruce desde la puerta principal y, con un "clic", las puertas se abrieron.

Sin dudarlo, Kara condujo por el amplio camino de entrada hacia el castillo. De pie en la entrada, esperándola, estaba un elegante hombre mayor que claramente era un mayordomo.

"Buenas tardes, señorita Kara. Soy Alfred Pennyworth, el mayordomo de esta propiedad. Puede llamarme Alfred", se presentó el caballero.

Kara detuvo su auto frente a las escaleras, sin preocuparse especialmente por si era o no un lugar para estacionar. Definitivamente no lo era.

Miró al mayordomo y bromeó: "¿O puedo llamarlo Al?"

El mayordomo sonrió levemente, consciente de su broma. Tenía más o menos la misma edad que el padre de Bruce, y Kara había sido compañera de clase de Bruce, por lo que la informalidad siempre se sentía un poco incómoda.

Kara se encogió de hombros. "Alfred es un poco largo. Creo que 'Al' suena bien. ¿Qué opinas?"

Alfred sonrió, pero no se detuvo en el asunto de los nombres. En cambio, hizo un gesto cortés y dijo: "El amo Wayne ya te está esperando en la sala de estar. Por favor, sígueme"

Kara asintió y siguió a Alfred. Subieron los largos escalones de la entrada, caminaron por un amplio pasillo y finalmente llegaron a una espaciosa sala de estar.

Con la riqueza de la familia Wayne, la mansión estaba llena de reliquias culturales e históricas, pero Kara no les prestó mucha atención.

Cuando llegaron, Kara vio a Bruce sentado en un sofá cerca de la ventana. Aunque ya era mediodía, todavía vestía pijama, las piernas cruzadas, sosteniendo una copa de vino tinto. La miró con una leve sonrisa cuando entró.

Kara puso los ojos en blanco y le preguntó a Alfred: "¿Así es como lo mimas?"

Alfred se encogió de hombros y respondió: "Después de todo, él es el joven amo. Aunque preferiría no ver al heredero de la familia Wayne luciendo tan desaliñado, no hay mucho que pueda hacer"

Bruce intervino con un tono juguetón: "Alfred, estás hablando demasiado"

Kara sacó una cámara del práctico bolso que llevaba colgado del hombro. No era un bolso de diseño, solo uno funcional. Sin previo aviso, tomó una foto de Bruce.

Bruce, sorprendido, levantó la mano para bloquear la cámara y gritó: "¡Espera un minuto! No estarás planeando usar estas fotos para la portada, ¿verdad?"

Alfred, que estaba a punto de irse a preparar un poco de té negro, se detuvo y trató de disuadir a Kara: "Señorita Kara, recuerde, el amo Wayne es el heredero de una de las familias más importantes del país"

Bruce pensó que la parte "más importante" era innecesaria, pero guardó silencio.

Kara agitó la cámara frente a Bruce y amenazó: "¿Por qué no te vas a cambiar?"

Con un suspiro de resignación, Bruce se puso de pie. Si no hubiera sido Kara, su amiga, no habría aceptado la entrevista en primer lugar.

Perry había sido inteligente al enviarla. Si hubiera sido cualquier otro reportero de Metrópolis, Bruce no se habría molestado en hacer tiempo para ello. Para ser honestos, dormir hasta tarde era mucho más atractivo que lidiar con entrevistas.

Ante la amenaza de Kara, Bruce subió a regañadientes las escaleras, se dio una ducha rápida y se puso un atuendo formal. Cuando regresó, se veía elegante y presentable, más como el joven heredero del imperio de Wayne Enterprises.

Alfred regresó justo a tiempo con una tetera de té negro, que les sirvió a ambos antes de salir discretamente de la habitación, permitiéndoles charlar a solas.