DC: Comienza como Superman femenina/Supergirl

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Aturdida, Kara regresó a su asiento en el tren y nadie pareció notar su ausencia durante ese tiempo.

Si hubiera sido una persona normal, es muy probable que la experiencia que acababa de tener hubiera sido descartada como una alucinación o un sueño después de tomar una siesta inconsciente.

Pero Kara recordaba claramente lo que había sucedido y todavía sostenía el libro mágico que el nigromante Shazam le había dado al final de su encuentro.

"¿De dónde sacaste eso?", preguntó Jennifer, mientras que Dani, sentada a su lado, también notó el libro en las manos de Kara. El libro mágico parecía estar hecho de piel de vaca o de oveja negra pura, y su cubierta estaba adornada con hilo dorado, lo que le daba una apariencia majestuosa.

Kara salió de sus pensamientos, dejando de lado temporalmente lo que había sucedido en la Roca de la Eternidad. Sonriendo a sus amigos, dijo casualmente: "Lo encontré en casa. Tal vez sea una novela que escribió mi padre cuando estaba en la escuela y se enfermó"

Jennifer y Dani intercambiaron miradas y rieron, pero mantuvieron la vista fija en el libro, curiosas por su contenido.

Aprovechando el momento, Kara comenzó a hojear el libro mágico. Gracias a su súper capacidad de aprendizaje y a su capacidad de leer diez líneas de un vistazo sin olvidarse nunca, terminó rápidamente el libro.

El nigromante Shazam no exageraba: este libro era, en efecto, un manual básico para aprendices de magia. Le dio a Kara una visión del vasto poder de la magia, pero resultó ser bastante simple.

Kara apretó los dientes y sonrió, aunque una vena palpitaba en su frente. Había pedido humildemente un libro de introducción a la magia, ¿y esto es lo que le dio el viejo nigromante? Un libro para principiantes. No es de extrañar que Shazam no pudiera encontrar un sucesor digno.

A pesar de su frustración, Kara sabía que Shazam todavía era útil. Especialmente cuando se enfrentaba a enemigos con habilidades mágicas, este conocimiento podría ser su as bajo la manga.

Sin embargo, la naturaleza de la magia en el universo DC siempre fue extraña y difícil de explicar. Tomemos como ejemplo a Shazam, cuyo poder se parecía mucho al de Superman: superfuerza, velocidad, resistencia... Pero, fundamentalmente, todo esto derivaba de la magia, tomado prestado de los dioses.

El acrónimo SHAZAM proviene de los nombres de estos dioses: la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, el coraje de Aquiles y la velocidad de Mercurio. Sin embargo, en la batalla, Shazam lucha como Superman, lanzando puñetazos y patadas. ¿Dónde estaba la magia?

Kara se presionó una mano en la frente, exasperada. Si hubiera sabido que esto sucedería, habría intentado heredar el legado de Shazam de otra manera. Abrazar a un enemigo y gritar "¡Shazam!" repetidamente para invocar un rayo destructivo parecía más efectivo que el mero combate cuerpo a cuerpo.

Por supuesto, el universo de Marvel tenía escenas mágicas más impresionantes, como las batallas del Doctor Strange o incluso las de la Bruja Escarlata. Al menos aquellos que involucraban efectos mágicos notables como ondas de luz o portales.

Por otro lado, Wonder Woman, a pesar de tener sangre divina como hija de Zeus, también tendía a depender de espadas y escudos, sin aprovechar por completo su origen mágico.

En resumen, Kara sentía que aún no entendía del todo la magia.

El libro que había leído tampoco la estaba ayudando mucho. Si bien contenía información útil sobre la magia de los cuatro elementos (viento, fuego, agua (o qi) y tierra) y el control básico del poder espiritual, era solo una introducción. Shazam esperaba que Kara adquiriera resistencia mágica a través de esta lectura, pero no había nada impresionante en invocar una pequeña llama, crear una bola de agua, generar un huracán o controlar un trozo de barro.

Sin embargo, el capítulo sobre el control del poder mental le llamó la atención. Kara decidió probarlo en secreto, enfocando su energía en un vaso que estaba sobre la mesa. El vaso se elevó lentamente en el aire, como si lo hubiera levantado con su propia mano.

No continuó; no quería que la descubrieran.

—Voy al baño —dijo, poniéndose de pie. Sosteniendo el libro, se dirigió al baño, aunque en realidad no necesitaba ir. Una vez sola, invocó una pequeña llama en su palma usando la magia que acababa de aprender.

Sabía que, dada su resistencia, ni siquiera estar completamente envuelta en fuego la dañaría, y mucho menos una llama que ella misma había creado.

Kara tenia el libro en la mano y queria quemarlo hasta convertirlo en cenizas. Después de todo, era un libro mágico real y peligroso; no quería que nadie más lo tuviera.

Pero para su sorpresa, el libro no se quemó. En lugar de convertirse en cenizas, se dividió en cinco libros.

Los ojos de Kara se abrieron con incredulidad. ¿Cómo estaba sucediendo esto?

Rápidamente apagó la llama y tomó uno de los nuevos libros. Sosteniendo los otros cuatro bajo su brazo, comenzó a hojear el que tenía en la mano.

Este libro registraba información sobre el poder mental, pero ya no era tan básico como el primero. Este era un nivel avanzado. El poder mental, cuando se desarrollaba por completo, podía incluso atravesar las barreras del tiempo y el espacio. Se podía prever el futuro, observar el pasado e incluso abrir portales a diferentes dimensiones.

Los otros cuatro libros también eran versiones avanzadas de los cuatro elementos, que contenían técnicas mucho más poderosas que las que había aprendido en la introducción.

Kara no esperaba encontrar una continuación de su aprendizaje, pero ahora estaba emocionada. Comenzó a leer con entusiasmo, sabiendo que el verdadero poder de la magia estaba empezando a revelarse ante ella.