DC: Comienza como Superman femenina/Supergirl

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Es sorprendente que algunas personas todavía crean que los europeos y los estadounidenses no comen vísceras, ¿no es así? Pero, ¿no es el foie gras un famoso manjar francés? Los corazones y los hígados de los animales son, de hecho, ricos en nutrientes y repletos de hierro, esencial para nuestro organismo.

Dicho esto, la clave está en saber cocinarlos bien, para sacar a relucir los sabores que hacen que el plato sea agradable. Sin una buena preparación, incluso los alimentos nutritivos pueden no resultar atractivos.

Curiosamente, una determinada cultura rara vez consume vísceras. Por ejemplo, es posible que solo coman tocino, jamón o chuletas de cerdo, y a menudo prefieran los cortes magros.

Personalmente, disfruto de un buen desayuno con tocino: dos rebanadas en un sándwich con un vaso de leche son un comienzo perfecto para el día.

Sin embargo, Kara decidió presentar los intestinos de cerdo en su primera columna. El título por sí solo creó un revuelo, pero no en el buen sentido; causó bastante malestar entre los lectores y colegas. Perry y muchos otros en The Daily Planet miraron a Kara con incredulidad cuando se enteraron, algunos incluso contuvieron las náuseas en broma.

"Todo el mundo sabe lo que hay dentro del intestino grueso de un cerdo. ¿Y realmente te comes eso?"

La sala de redacción explotó con comentarios, e incluso algunos de sus seguidores más fieles pensaron que había perdido el control. Pero Kara tuvo la última palabra, mostrando dos fotos: una de intestinos de cerdo estofados, relucientes en una rica salsa marrón, y la otra de intestinos de cerdo salteados con pimientos verdes y rojos, lo que le da un aspecto sorprendentemente apetitoso.

En su columna, Kara continuó describiendo cada plato:

"Intestinos de cerdo estofados: ricos en sabor, satisfactorios y no demasiado grasosos: un manjar que vale la pena probar.

"Intestinos de cerdo salteados: cuando se cocinan bien, tienen una textura sabrosa y ligeramente crujiente que combina perfectamente con las verduras"

Agregó: "Una vez que decidimos comer un animal, creo que es respetuoso usar la mayor cantidad posible de él. No tiene sentido desperdiciar nada comestible"

Comparó la experiencia con el placer de saborear langosta: "Es otro placer culinario que se debe probar, incluso si no es familiar. Además, como la gente es reticente, los ingredientes como los intestinos de cerdo siguen siendo increíblemente baratos"

Kara incluso incluyó una receta detallada y publicó fotos de ella misma probando los platos, un movimiento valiente por su parte como columnista de comida. Pero a pesar de su coraje, pocas personas vieron el atractivo. Incluso algunos programas de televisión comenzaron a burlarse de su elección "atrevida".

El día después de que salió su columna, Perry revisó las cifras y se horrorizó. Las ventas de periódicos habían caído en picada, y parecía que los lectores habían pasado por allí simplemente para mirar boquiabiertos y reírse del titular.

En una reunión más tarde ese día, Kara parecía imperturbable, incluso sugirió que se suspendiera la columna. Perry se sorprendió.

"Puedes luchar por ello si quieres; "No tienes que rendirte tan fácilmente", la animó.

Pero Kara negó con la cabeza. "Si continúo ahora, seré yo quien ruegue. Si me detengo, tal vez más tarde seas tú quien me lo pida. Así que, dejémoslo. Mañana empezaré una columna de chismes en su lugar"

"¡Espera!", gritó Perry mientras caminaba hacia la puerta. "Explícame por qué mañana?"

"Porque hoy me tomo el día libre". Se fue con un gesto de la mano, dejando a todos en la sala de conferencias ahogando la risa.

Los demás se miraron entre sí, encogiéndose de hombros. Era típico de Kara manejar las cosas a su manera, confiada a pesar de las críticas.

Sin embargo, Kara conocía el potencial de su columna. Al principio, la mayoría de la gente se resistía a pensar en los intestinos de cerdo como algo que no fuera desagradable. Pero algunos dueños de restaurantes astutos vieron una oportunidad y comenzaron a probar su receta. Para su sorpresa, los clientes que la probaron sin saber el ingrediente principal del plato la encontraron deliciosa.

Incluso los restaurantes chinos, inicialmente reacios a agregar tales platos a sus menús, comenzaron a ofrecerla. Al seguir la receta de Kara, los clientes pronto descubrieron el sabor satisfactorio, y silenciosamente comenzó una tendencia.

Por la tarde, la noticia se había extendido. La gente comenzó a preguntar: "¿Has probado los intestinos de cerdo?"

"¿No? ¡Pruébalo! Es un plato inesperadamente delicioso"