DC: Comienza como Superman femenina/Supergirl

88

Kara adivinó correctamente; Bruce y Harvey tenían un plan en marcha, que quedó claro cuando Bruce la llamó.

"Harvey está tratando de usarse a sí mismo como cebo para el Joker", explicó Bruce. "Y el plan es que yo capture al Joker"

"El Joker conoce tu identidad, Bruce", le recordó Kara, "y aunque Harvey pueda sacarlo, es solo porque Harvey ya es el objetivo del Joker, lo que lo pone en peligro inmediato". Los pensamientos de Kara regresaron al pasado; recordaba muy bien cómo el Joker había deducido su identidad a través de Bruce.

Bruce era muy consciente del riesgo, por lo que había recurrido a Kara en busca de ayuda. "Entonces, necesito tu ayuda", le instó.

"De ninguna manera, Bruce. Sabes que eso es imposible", Kara lo rechazó sin dudarlo. "No me dejaste matar al Joker, así que no hay nada que pueda hacer"

"¡Tiene que enfrentarse a la justicia!", gritó Bruce.

Pero su idea de justicia no era una que Kara pudiera aceptar. Sabía que la versión de justicia de Bruce solo terminaría con Joker encarcelado, un resultado que era demasiado indulgente y que inevitablemente conduciría a un mayor caos.

Incapaz de llegar a un acuerdo, decidió terminar la llamada. Mientras se preparaba para colgar, la voz de Bruce se abrió paso una vez más: "Kara, no puedes abandonar a Harvey por razones personales"

Kara hizo una pausa, su voz cortante con frialdad. "Bruce, la vida de Harvey importa, pero también la de Jennifer". Le recordó cómo el Joker había atacado a Jennifer repetidamente, incluso durante el encuentro de ayer, cuando la amenazó como un medio para burlarse de Kara.

Continuó: "No puedo dejar que corra más peligro. Al menos Harvey te tiene a ti. Si me voy, ¿qué le pasará a Jennifer?"

Bruce no tuvo respuesta. El tono de Kara dejó en claro que había terminado con la conversación, cerrando el teléfono de golpe antes de que Bruce pudiera discutir más.

En ese momento, notó que Jennifer estaba parada cerca con dos cajas de helado en sus manos. "¿Quieres un poco?", preguntó Jennifer.

Kara rápidamente le quitó ambas cajas. "No deberías comer nada demasiado frío ahora mismo"

"¿Cuándo te convertiste en doctora?" Jennifer se rió entre dientes. Luego, su sonrisa se desvaneció levemente. "Entonces, estás dejando ir al Joker por mi culpa. Lo siento"

Kara se encogió de hombros, desestimando las preocupaciones de Jennifer. "Bruce se ocupará de eso"

"¿Y si no lo hace?"

"Entonces él puede lidiar con las consecuencias", respondió Kara, medio en broma, antes de agregar: "Estoy bromeando. No te preocupes, Batman lo hará". Con una pequeña sonrisa, se hizo a un lado con ambas cajas de helado.

Jennifer miró a Kara, un poco exasperada pero más aliviada que nada. Kara, notando la expresión de Jennifer, suspiró y devolvió la caja a medio comer. Mientras devolvía la otra al refrigerador, sacó su teléfono. "Alfred, necesito que traigas mi equipo"

Para su sorpresa, Alfred respondió: "Señorita Kara, ya estoy abajo. Lo subiré ahora"

Las cejas de Kara se alzaron. Parecía que Bruce estaba decidido a que la ayudara, a pesar de sus objeciones.

Cuando Alfred llegó, Kara se retiró a su dormitorio, poniéndose su traje gris plateado. Alfred la estaba esperando cuando salió y le dijo: "Su vehículo está listo abajo, señorita Kara"

Los labios de Kara se curvaron en una pequeña sonrisa. Había querido dar una vuelta en ese vehículo desde hacía un tiempo. Antes de irse, se volvió hacia Alfred. "Alfred, cuida de Jennifer. No confío en nadie más que en ti"

Alfred asintió. "La señorita Rachel ya se fue a la mansión, así que puedes estar tranquila. Protegeré a la señorita Jennifer y al pequeño Wayne que lleva en su vientre"

La expresión de Kara se suavizó cuando miró a Jennifer, que se frotaba el estómago y murmuraba algo sobre que "el niño" era solo suyo. Kara se rió para sí misma. No tenía ninguna duda de que el niño era de Bruce, dados los peculiares sueños que había tenido de un niño travieso llamado Damian.

Despejando su mente de ese pensamiento, Kara bajó rápidamente las escaleras, su traje gris plateado exudando una elegancia tranquila. Cuando llegó a la calle, un elegante vehículo gris plateado la esperaba, atrayendo la atención de los transeúntes, algunos de los cuales ya estaban sacando fotos.

Kara se acercó con confianza, subiéndose al frente del auto. "¿Qué están mirando?", gritó a los espectadores con una sonrisa burlona.

Un espectador atrevido respondió: "Nunca hemos visto este auto antes"

Kara sonrió. "Bueno, entonces, tómenme una foto"

Mantuvo la pose por un momento, luego abrió la puerta del auto y se deslizó dentro. Se tomó un momento para familiarizarse con la compleja consola antes de levantar la mano con confianza para poner en marcha el vehículo. Pero mientras lo hacía, sonó una advertencia y una voz del sistema del auto dijo: "Adiós"

Con una fuerte explosión, el auto detonó, dejando a Kara en estado de shock mientras salía de entre los escombros, ahora a horcajadas sobre una motocicleta. Aturdida e irritada, murmuró: "¿Qué diablos acaba de pasar? ¿Cuatro ruedas se convirtieron en dos?"

La multitud que había estado filmando ahora estaba igualmente aturdida, viendo cómo Kara se alejaba a toda velocidad, imperturbable y tan feroz como siempre.