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Kara se conocía bien a sí misma; nunca intentó moldear los pensamientos o creencias de Clark, concentrándose únicamente en ayudarlo a dominar sus poderes y aprender cosas nuevas. De hecho, alentó a Jonathan a ser la voz guía en la vida de Clark.


El camino para convertirse en un verdadero héroe fue desafiante, pero Kara creía que Clark podía recorrerlo. No deseaba que se convirtiera en un "superhumano" en el sentido de poder únicamente, sino en una persona de verdadero carácter. No podía ser el ejemplo perfecto, ya que conocía sus propios defectos potenciales, por lo que dejó gran parte de la guía de Clark en manos de Jonathan y simplemente lo ayudó a aprender a controlar sus habilidades.


Después de un día de entrenamiento y exploración, Kara decidió que era hora de llevar a Clark a casa. Su encuentro con las criaturas de la Trinchera fue inesperado; parecía que el ruido de su sesión de entrenamiento, especialmente las ondas de choque de sus colisiones, habían llamado la atención de las criaturas. A pesar de su velocidad y fuerza, estos monstruos no representaban una amenaza real para Kara o Clark.


Sin embargo, Clark estaba preocupado al darse cuenta de que podría haber herido o incluso matado inadvertidamente a uno de ellos. Kara, por el contrario, permaneció imperturbable. Regresó la noche siguiente por curiosidad, solo para encontrar que los cuerpos de las criaturas habían desaparecido, probablemente arrastrados por otros de su especie.


Prohibió a Clark que la acompañara de regreso a la Fosa por un tiempo, sintiendo que necesitaba tiempo para procesar la situación. Explorando sola, descubrió una parte remota del mar repleta de criaturas y las ruinas del Reino de la Fosa. Kara se dio cuenta rápidamente de que había cientos de miles de estas criaturas, e incluso sus propios poderes, como la visión de calor, estaban limitados bajo el agua. Luchar contra todos ellos no era práctico ni necesario.


Sabiendo esto, Kara decidió dejar intacto el Reino de la Fosa. No había interactuado con ellos en todos sus años, y si no fuera por este encuentro casual, habría continuado dejándolos en paz.


Después de terminar su exploración, Kara regresó a casa, descansando antes de su regreso planeado a Metrópolis con Clark. Sabía que Perry, su jefe, podría no estar emocionado con su prolongada ausencia. Aun así, había preparado algunas buenas historias, como los recientes avistamientos del Batimóvil y el rumoreado retiro del Oráculo, para apaciguarlo.


A la mañana siguiente, Jonathan llevó a Kara y Clark a la estación de tren de la ciudad. Su auto había quedado destrozado, por lo que conseguir un nuevo vehículo estaba en su lista de cosas por hacer. De regreso en Metrópolis, Kara sintió una oleada de nostalgia. Ella y Clark tomaron caminos separados; él se dirigió a sus clases, mientras que ella regresó al trabajo.


Cuando llegó a la oficina, muchos de sus compañeros de trabajo se sorprendieron. "Kara, ¿dónde has estado?", preguntó un viejo amigo, claramente preocupado.


"Surgió algo, así que tomé una licencia prolongada. Ya lo hablé con Perry", respondió Kara suavemente.


Un amigo la tomó a un lado y le susurró: "Mientras estabas fuera, Grant se hizo cargo de tu columna. Las ventas cayeron al principio, pero finalmente se recuperaron, así que ten cuidado"


Kara sonrió, asintiendo con la cabeza en comprensión. Vio a Kate Grant, la ex asistente de Perry, trabajando en su antiguo escritorio. Kara se acercó, de pie, imponente, con su figura de 1,90 m que se elevaba sobre Kate.


Kate levantó la vista y la saludó. "Has vuelto, Kara", dijo con indiferencia, llamándola por su nombre de pila, una sorprendente muestra de familiaridad.


Kara sonrió. "Parece que estás manteniendo bien el fuerte", dijo, notando la mesa de Kate llena de documentos.


"Gracias a tu orientación y recursos", admitió Kate. "Si no fuera por ti, me habrían despedido. Ahora que has vuelto, con gusto te pasaré las riendas"


Pero Kara negó con la cabeza. "Tus lectores han comenzado a aceptarte, así que creo que sería un desperdicio cambiar las cosas ahora"


Kate estaba sorprendida. Había asumido que Kara recuperaría el puesto que había ocupado durante tanto tiempo. "Pero es tu trabajo, Kara"


—No te preocupes por eso. Tengo otros planes —explicó Kara—. Quiero empezar una nueva columna de cocina. Enseñar a la gente a cocinar y compartir recetas suena refrescante, ¿no crees?


La explicación de Kara lo dejó claro: su partida temporal había creado una oportunidad para Kate, que había aprovechado con el apoyo de Kara. Perry la había ascendido, asumiendo que Kara volvería cuando estuviera lista.


Otros colegas que esperaban un drama en el lugar de trabajo o estaban genuinamente preocupados por Kara comenzaron a darse cuenta de que no había nada de qué preocuparse. La actitud indiferente de Kara lo decía todo.


Al final, Perry se dio cuenta de que Kara había vuelto, pero la vio charlando con Kate en lugar de informar. Incapaz de esperar más, se acercó. —Kara, Kate, ¿te importaría acompañarme a mi oficina?


Kara se dio la vuelta, con una sonrisa divertida tirando de sus labios. —Supongo que no podías esperar, ¿eh? —bromeó, levantándose y caminando hacia su oficina.

DC: Comienza como Superman femenina/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora