Pequeños escenarios de los chicos y las chicas como novios/as... situaciones graciosas, románticas, vergonzosas y cosas de todos los días...
Los personajes que entrarán son:
Leo
Rafa
Mikey
Donnie
Abril
Casey
Karai
Esto incluirá a las versiones de: 2...
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Donnie había pasado horas en su laboratorio, tratando de encontrar las palabras adecuadas para confesarle a T/N lo que sentía. Cada vez que ensayaba, las palabras se quedaban atrapadas en su garganta y un nerviosismo insoportable lo hacía titubear. Sabía que si intentaba hacerlo en persona, las cosas no saldrían como él quería. Así que, como buen genio tecnológico, decidió usar su habilidad para crear algo que lo ayudara.
— No puedo seguir evitando esto... —murmuró mientras ajustaba los últimos tornillos de su pequeña creación.
Frente a él, en la mesa de trabajo, un pequeño robot de aspecto simpático parpadeaba con luces intermitentes. Era del tamaño de una taza de té, con una pantalla digital que mostraba expresiones faciales simples y brazos cortos que se movían de un lado a otro.
— Muy bien, amiguito. Vas a hacer el trabajo por mí —dijo Donnie, tomando un profundo respiro.
Con un clic en su teclado, comenzó a grabar su confesión, mirando el pequeño robot como si fuera T/N.
— T/N... sé que esto es un poco raro. Bueno, en realidad, muy raro, pero tú me conoces... —hizo una pausa, tragando saliva—. Lo que quiero decir es que... me gustas, mucho. He sentido esto por ti desde hace tiempo, pero siempre he sido demasiado cobarde para decírtelo en persona. Eres increíble, inteligente, valiente... y cada vez que estoy cerca de ti, todo lo que quiero hacer es estar contigo más tiempo. Solo espero que... sientas lo mismo.
Terminó de grabar y dejó escapar un suspiro de alivio. No era perfecto, pero al menos había encontrado una manera de decirle lo que sentía sin que sus nervios lo traicionaran. Ahora solo faltaba entregárselo.
Más tarde, Donnie caminaba nervioso por las calles, con el pequeño robot en su mochila. Llegó a la puerta de la casa de T/N, y su corazón latía con fuerza. Dudó por un momento, pero al final, tocó el timbre y cuando T/N abrió la puerta, sonrió nerviosamente.
— Hey, Donnie. ¿Todo bien? —preguntó ella, sin sospechar nada.
— ¡Sí! Todo bien. De hecho, traje algo para ti —dijo Donnie, sacando el pequeño robot de su mochila—. Es... un regalo. Algo que hice. Solo asegúrate de dejarlo en tu mesa de noche cuando llegues a tu cuarto, ¿vale?
