15.

76 8 0
                                        

ADRIEL POV

El avión aterrizó en Londres bajo un cielo gris, típico de la ciudad en esta época del año. Las gotas de lluvia golpeaban suavemente la ventana del avión mientras descendíamos por la pista. A mi lado, Lando ya había recogido sus cosas, y Anne estaba revisando su teléfono. Yo, por mi parte, no podía evitar sentir una mezcla de emociones mientras observaba cómo las luces del aeropuerto de Heathrow se hacían más brillantes. La ciudad estaba justo bajo nosotros, pero mi mente seguía a miles de kilómetros de distancia.

—Bienvenido a Londres, bebe. —dijo Lando con una sonrisa amplia. Me dio una palmadita en el hombro mientras se levantaba — Hora de volver al mundo real.

Asentí y sonreí débilmente mientras él y Anne comenzaban a recoger sus pertenencias. Cuando los imitaba, mi teléfono vibró en el bolsillo de mi chaqueta. Sabía exactamente de quién era el mensaje antes de siquiera mirarlo, y el solo pensamiento me hizo sonreír.

Charles Leclerc.

Espero que hayas llegado bien. Avisame cuando estés en el apartamento. Te extraño ya.

El calor subió a mi rostro. A pesar de lo que Charles había dicho en tono casual antes de nuestra despedida, sabía que la distancia no sería fácil. Sentía lo mismo. Había algo diferente en lo que habíamos comenzado a compartir, algo más profundo que iba más allá de los simples encuentros o la atracción física. Algo que me hacía querer más, mucho más.

Escribí una respuesta rápida mientras seguía a Lando y Anne fuera del avión, intentando no tropezarme mientras caminaba.

Yo

Acabamos de aterrizar. Todo bien aquí. Yo también te extraño.

El aeropuerto de Heathrow estaba tan bullicioso como siempre, pero a pesar del ruido y el ajetreo, me sentía desconectado de todo lo que me rodeaba. Mis pensamientos estaban en los días porvenir. Sabía que Londres era solo una parada antes de volver a mi rutina.

Anne y Lando hablaron animadamente mientras caminábamos hacia la zona donde nos recogerían, aunque yo apenas podía concentrarme en la conversación. Sin embargo, la dinámica entre ellos, tan natural y ligera, me ayudaba a mantener la cabeza en su lugar.

—¿Y bien? — preguntó Anne mientras entrabamos al auto del señor Miguel — ¿Estás emocionado de estar de vuelta en Londres?

—Supongo. — Me encogí de hombros, forzando una sonrisa.

Lando, por supuesto, no perdió la oportunidad de meterse en la conversación.

—Oh, vamos, Adriel. No puedes decir que no extrañabas la lluvia, el tráfico y el cielo gris. Es parte del encanto. — Río, claramente más relajado ahora que estábamos de vuelta en su terreno.

Después del pequeño rencuentro con él señor Miguel mientras íbamos en el auto, mi teléfono vibró nuevamente.

Charles Leclerc.

Estoy aquí por si necesitas hablar o... cualquier cosa. No dudes en llamarme.

Ese simple mensaje me hizo sentir una calidez en el pecho que me acompañó durante el resto del trayecto hasta mí apartamento. Sabía que Charles no solo lo decía por cortesía; él lo sentía. En cierta forma, nuestra despedida había sido un reflejo de algo más grande que estaba en juego, algo que ambos estábamos empezando a comprender.

Llegamos a mí apartamento en el centro de Londres, un lugar lujoso y discreto que Anne me había ayudado a elegir. Me despedí de los chicos que se quedaron dentro del auto, mientras que él señor Miguel me ayudaba con mi equipaje.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

FIRGUN - CHARLES LECLERC GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora