Adriel Walton Agnelli, un joven de renombre con 23 años, alejado de la elite, modelo, amante de la música y los automóviles.
Charles Marc Hervé Perceval Leclerc, es un piloto de automovilismo monegasco destinado a la grandeza, estrella de la Scuder...
Me desperté a las 7:00 a.m. con el sonido de las olas golpeando suavemente la costa de Mónaco. Este lugar siempre ha sido mi refugio, mi hogar. Me estiré en la cama y miré el techo, pensando en lo que tenía por delante. El sol comenzaba a iluminar mi habitación y me levanté para comenzar el día.
Después de una ducha rápida, me vestí con ropa deportiva y bajé a la cocina. Allí estaba mi hermano, Lorenzo, ya preparando el desayuno.
-Buenos días, Charles. - me saludó con una sonrisa.
-Buenos días, Lorenzo. - respondí, sirviéndome un café. La relación con mi hermano siempre ha sido fuerte, él ha sido un pilar fundamental en mi carrera y en mi vida personal.
El desayuno fue tranquilo, aunque mi mente estaba ocupada con pensamientos sobre Alexandra, mi novia. Últimamente, las cosas no han ido bien entre nosotros. Las constantes discusiones y la distancia emocional empezaban a afectar mi concentración.
- ¿Todo bien, Charles? - preguntó el mayor entre nosotros, notando mi distracción.
- Sí, solo pensando en algunas cosas. - respondí, intentando sonreír.
Salí de casa para dar una vuelta en mi coche. Conducir siempre ha sido una manera de despejar mi mente. Mientras recorría las estrechas calles de Mónaco, no pude evitar pensar en Adriel. Hace tres dias le envie la aolicitud en Instagram pero no la ha aceptado, podrá sonar arrogante, pero todo el mundo que conozco suelen querer que los siga o que los mencione en algún post, todo el mundo menos él. Había algo que despertaba mi curiosidad, algo más allá de sus fotos y publicaciones. Parecía una persona interesante, alguien a quien me gustaría conocer más.
Me dirigí al puerto para encontrarme con mis amigos.
- ¡Charles! - me saludó Pierre con entusiasmo.
- ¡Buenos días, chicos! - respondí, tratando de ocultar mis pensamientos.
Pase un buen rato hablando sobre la próxima carrera y nuestras expectativas. Arthur, mi hermano menor, siempre el bromista, comenzó a hacer chistes sobre mi obsesión por Ferrari, como si él no estuviera igualmente obsesionado con la escudería.
- ¿Qué tal va todo con Alexandra? - preguntó Arthur, sabiendo que las cosas no estaban del todo bien.
- No muy bien. - admití, suspirando. - Hemos estado discutiendo mucho últimamente. No sé qué hacer para mejorar la situación.
Pierre asintió comprensivo.
-Es complicado, pero tal vez solo necesitéis un poco de tiempo y espacio. Las cosas suelen arreglarse si ambos ponen de su parte. - opino el francés.
- Realmente no se si quiero arreglar las cosas. - aclare. - creo que me canse de tantos problemas, me enfocare en mi carrera profesional.
- Tienes mucho que pensar, amigo. - dijo Pierre al tiempo que me daba una palmada en el hombro.
- Gracias, ¿Y tu como vas con kika? - cuestione.
- Afortunadamente bien, está en Brasil por trabajo. - respondió.
Después de pasar la mañana con mis amigos, regresé a casa para encontrarme con Alexandra. Ella estaba en la sala, mirando la televisión mientras acariciaba a Leo.
-Hola, Alex. - saludé, tratando de sonar casual.
-Hola - respondió sin levantar la vista. La tensión era palpable. Decidí no presionar y me dirigí a mi habitación.
Me senté en mi escritorio y revisé mis mensajes en Instagram. Había recibido una notificación: @adriel_wa ha aceptado tu solicitud de seguimiento. Sonreí involuntariamente. Me puse a ver sus historias y publicaciones, intentando conocer más sobre él y su vida en Nueva York.
La tarde pasó rápidamente mientras me sumergía en mis entrenamientos y revisiones de estrategias para la próxima carrera. La disciplina siempre ha sido una parte crucial de mi vida, pero hoy, mi mente seguía volviendo a Adriel. ¿Qué era lo que me llamaba tanto la atención? ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?
A las 18:00, decidí llamar a mi madre. Hablar con ella siempre me ha dado paz.
-Bonjour, maman. - saludé.
-Bonjour, mon chéri. - respondió con calidez.
Hablamos de cosas cotidianas y de cómo me preparaba para la próxima carrera. Le mencioné la situación con Alexandra.
-Es una chica muy joven, Charles. - opinó - Quizás una vida al ojo publico no es para ella, sabes que no es fácil.
-Quizás tengas razón, madre. - Su sabiduría siempre me ha ayudado a ver las cosas con claridad.
Esa noche, cené con Alexandra en silencio. Sabía que nuestra relación necesitaba más que palabras para sanar. Al terminar, me fui a la terraza y miré las estrellas, pensando en lo que el futuro podría traer.
Antes de dormir, revisé las historias de mis amigos en Instagram, me apareció el close friends de Lando, la primera era una imagen del cielo desde la ventana de un avión privado, eso había sido hace unas horas y puso la ubicación de New York, en la siguiente historia apareció Adriel, era una imagen de él entregándole un plato al piloto con la descripción "si mañana aparezco envenenado ya saben que fue culpa de @adriel_wa"
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Entre al perfil de Adriel por curiosidad y vi el repost de la historia de Lando con la descripción "ojalá funcione el veneno🤞🏻" me causo gracia la interacción entre ellos, y se me ocurrió responderle la historia.
@charles_leclerc Ojalá y sea así ¡apoyo la noción¡ jajaja. 😂
Después de responder su historia me acosté junto Alexa y la abrace por la espalda, quedando profundamente dormido.
NOTA: Buenoooooo, trataré de que sea una historia desde la perspectiva de Adriel y Charles, pero por obvias razones me centrare en Adri.
Iba a terminar el capitulo 7 ahora pero tengo que despertarme temprano...
