11- El Valor De La Libertad

4 2 0
                                    

El sol se alzaba por encima del horizonte, iluminando la mañana con una luz suave y cálida. La brisa fresca atravesaba las calles mientras me preparaba mentalmente para lo que estaba a punto de hacer. El plan que habíamos trazado con Lex, Will y los padres de Amara había tomado forma, y cada paso que daba me llenaba de determinación. Sabía que tenía que actuar con cuidado, que cada movimiento contaba.

Mientras conducía hacia la universidad, mi mente estaba en constante agitación. Recordaba la mirada de Amara, la angustia en sus ojos cuando me habló de Hayes. No podía permitir que continuara sufriendo de esa manera. Ella merecía más que eso, merecía ser libre y feliz. Y, aunque el camino por delante sería complicado, estaba dispuesto a darlo todo.

Llegué al campus y me encontré con Lex y Will en una cafetería cercana. Sus rostros mostraban una mezcla de nerviosismo y determinación, reflejando lo que todos estábamos sintiendo. Cuando me uní a ellos en la mesa, la tensión era palpable.

—¿Listo para esto? —preguntó Lex, su tono serio.

Asentí, tomando un sorbo de mi café. —Tenemos que ser cuidadosos. Si nos descubren antes de tiempo, todo podría salir mal.

Will se inclinó hacia adelante. —La idea es que Amara confíe en nosotros y entienda que la estamos ayudando. Si se siente atacada, podría cerrarse aún más.

—Exacto —respondí—. La idea es hacerla sentir segura y apoyada. Lex, tú deberías hablar con sus amigos. Necesitamos que ellos también la ayuden a abrir los ojos sobre Hayes.

Lex asintió, y podía ver que ya estaba pensando en a quién contactar. —Conoceré a algunos de ellos después de clases. No tengo problema en acercarme y plantearles la situación.

Me sentí un poco aliviado al escuchar eso. Sabía que el apoyo de sus amigos sería crucial. —Yo me encargaré de hablar con Amara después de clase. Quiero asegurarme de que entienda que no está sola en esto —dije, decidido.

Will sonrió, pero su expresión era grave. —Solo ten cuidado. No querrás que Hayes se entere. No sabemos cómo podría reaccionar.

—Lo sé —respondí, la inquietud corriendo por mis venas. —Pero tengo que hacer esto. Es por ella.

Después de discutir los últimos detalles del plan, nos dirigimos a nuestras respectivas clases, cada uno de nosotros cargando con la responsabilidad de ayudar a Amara. Mientras caminaba hacia la clase de física, mi mente seguía revoloteando en torno a ella. La idea de que estuviera sufriendo a manos de Hayes me llenaba de una ira profunda. No podía dejar que esto continuara. No podía fallarle.

El día transcurrió con una sensación de inquietud que me acompañaba. Cuando la última clase terminó, me dirigí rápidamente hacia el lugar donde había acordado encontrarme con Amara. El parque, un lugar que solíamos visitar, era donde había decidido abrirme a ella y hablar sobre lo que estaba ocurriendo.

Al llegar, la vi sentada en una banca, absorta en sus pensamientos. Su expresión era melancólica, y mi corazón se encogió al verla así. Era evidente que la situación la estaba afectando profundamente. Me acerqué con cautela.

—Hey, Amara —dije suavemente, tratando de no asustarla.

Ella levantó la vista y sonrió, pero la sonrisa no llegaba a sus ojos. —Hola, Calum.

Tomé asiento a su lado, sintiendo que el peso de lo que tenía que decir me oprimía el pecho. —Quería hablar contigo sobre... sobre lo que está pasando con Hayes.

Su expresión cambió, y pude ver que la incomodidad se apoderaba de ella. —No sé si es un buen momento para hablar de eso.

—Por favor, escúchame. No quiero que te sientas sola en esto. He estado hablando con Lex y Will, y estamos preocupados por ti. —Hice una pausa, buscando las palabras adecuadas. —Lo que Hayes está haciendo no es normal, no es amor.

Relación Perfecta[Trilogia Perfectos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora