El día había comenzado con una mezcla de nerviosismo y esperanza. Había logrado sacar a Amara de la influencia de Hayes, al menos por un momento, y esa pequeña victoria me había dado la fuerza necesaria para seguir adelante. Pero sabía que el verdadero desafío apenas estaba por comenzar. Mientras caminaba junto a ella hacia su casa, no podía evitar sentir que había dado un paso en la dirección correcta.
—¿Crees que esto va a funcionar? —me preguntó Amara, su voz temblando ligeramente.
La miré y sonreí, intentando infundirle confianza. —Por supuesto. Ahora que has tomado la decisión de hablar con Lex y tus padres, estás en el camino hacia la libertad.
Su expresión mostraba una mezcla de esperanza y miedo. —No sé si puedo enfrentar a Hayes. Él es... complicado.
—Lo sé, pero no estás sola. Todos estamos aquí para apoyarte. —Sentía que cada palabra que decía era como un ancla para ella. Tenía que mantenerse firme, aunque el camino fuera duro.
Esa tarde, nos sentamos en su jardín y hablamos sobre cómo sería su vida sin la sombra de Hayes. La idea de romper las cadenas que la mantenían atrapada la llenaba de incertidumbre, pero también de un nuevo propósito. Cuando llegó la hora de que ella se preparara para el día siguiente de clases, le dejé claro que estaría ahí para cualquier cosa que necesitara.
Sin embargo, al día siguiente, mientras Amara se dirigía a la universidad, el ambiente se tornó tenso. La ansiedad se apoderaba de mí mientras esperaba en el café de la universidad, su lugar habitual. Sabía que había riesgos al dejarla ir sola, pero tenía que confiar en que ella se sentiría lo suficientemente fuerte para enfrentarlo.
Unos minutos después, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Lex. "Amara acaba de llegar. Todo bien por ahora." Me sentí aliviado al leerlo, aunque la preocupación seguía acechando en mi mente.
Sin embargo, lo que no sabía era que la calma era solo una ilusión. Mientras Amara caminaba por el campus, la ansiedad se acumulaba en su pecho. Aunque había logrado alejarse de Hayes, la sombra de su control seguía acechando. En un giro del destino, al salir de clase, vio a Hayes esperándola en la entrada de la universidad. Su corazón se detuvo.
—Amara, tenemos que hablar —dijo Hayes, con un tono que denotaba la seriedad de su intención.
Ella intentó ignorarlo y avanzar, pero él la agarró del brazo. —No te vayas. Sabes que necesito explicarte lo que pasó.
—No tengo nada que hablar contigo —replicó, tratando de liberarse de su agarre. Pero él era más fuerte, y la atrapó.
Hayes sonrió de una manera que hizo que le recorriera un escalofrío por la espalda. —No quiero pelear, solo quiero que entendamos las cosas.
—¿Entender qué? ¿Que me has estado manipulando? ¿Que me has hecho sentir insegura y asustada?
El silencio se hizo presente, y ella pudo ver que Hayes se irritaba. —Esto no es lo que parece, Amara. Todo lo que hice fue por ti.
—¡No! —exclamó, luchando contra sus manos—. Estás equivocado. Estoy cansada de tus mentiras.
Pero Hayes no estaba dispuesto a dejarla ir. Con un tirón brusco, la arrastró hacia el estacionamiento, ignorando sus protestas. A medida que se alejaban, el corazón de Amara latía con fuerza.
Cuando finalmente logré llegar a la universidad, sentí una creciente inquietud al no ver a Amara en el café. Busqué su rostro entre la multitud, preguntándome si había llegado bien. Fue entonces cuando vi a Lex, y su expresión de preocupación me hizo sentir que algo andaba mal.
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Relación Perfecta[Trilogia Perfectos #2]
RomanceDespués de esa noche la vida de Amara y Calum cambio. Ya no estaban juntos. Hayes apareció , todo se fue al traste. Ahora cada quien tiene su vida. ¿Serán capaces de seguir adelante ? ¿O volverán ha tener una Relación Perfecta ?