Grace jamás se imaginó, ni en sus sueños mas locos, que un hombre como Nicholas se fijaría en ella. Primero; porque es mayor, segundo; porque es el hombre más guapo que sus ojos han visto, y tercero; porque es su profesor.
Pero detrás de esos ojos o...
"No te rindas, por favor no cedas, aunque el fuego queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y el viento calle, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños"
Mario Benedetti
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La escuché con claridad.
Y no debí haberlo hecho, tan pronto me desperté debí de haberme marchado, pero su figura descansando a mi lado como solo en mis sueños puede ser posible, me dejó quedarme ahí, observándola en la penumbra de su habitación iluminada por la luz de la luna más tiempo del que debía. Si alguien veía esto desde otra perspectiva diría que es espeluznante.
De hecho, hace muy poco mientras veía Crepúsculo y Edward observaba a Bella dormir pensé "¿qué carajos?" pero ahora te entiendo Edward, tenías razón, es fascinante.
Pero no había nada malo en lo que yo quería con ella. Sólo estaba observando la cremosidad de su piel, como la luz pálida la hacía brillar como si tuviera luz propia.
Ella me había alterado la química del cerebro, ojalá ella pudiera entender que es hermosa, por dentro y por fuera, que me gustan sus ojos y sus palabras en partes iguales, y que desearía que dejara salir todo lo que hay en su cabeza, escucharía todo lo que tiene para decir, vería todas las películas cursis que le gustan, leería todos sus libros tristes, me reiría cada vez que ella lo hace, la acompañaría hasta el fin del mundo.
Y este no soy yo, no me reconozco en lo absoluto, ella debe ser de otro planeta, una bruja, una sirena, no sé cómo lo hace, a veces creo que es un milagro.
Pero todo lo inocente del amor que siento por ella se esfumó en cuanto se acomodó más cerca de mí y soltó un gemido acompañado de un estremecimiento.
La boca se me secó y tragué saliva audiblemente, me alejé sólo para mirarla mejor, quería entender que estaba ocurriendo, porque no quería pensar que ella estaba soñando algo así y que no tuviera que ver conmigo.
Comenzó a retorcerse y a quejarse más fuerte, y yo estaba luchando por meter aire hasta el fondo de mis pulmones, mi sangre se fue directo a mi entrepierna, haciendo que se me pusiera dura como nunca antes.
Era un espectáculo pornográfico al que no me apunté pero estaba feliz de haberlo visto.
Diablos, quería estar dentro de su sueño, ahí podríamos hacer tantas cosas. Ahí en sus sueños no existirían las consecuencias, podría amarla y follarla duro en un loop infinito.
Podría dormir toda mi vida si ella viviera en mis sueños.
Estaba apretando mis puños al punto de hacerme sonar los huesos, y haciendo que mis dientes rechinaran por la fuerza que estaba ejerciendo con mi mandíbula, estaba desesperado por rodearla con mis brazos y hacer realidad lo que sea que haya estado soñando. Tan jodidamente desesperado.
