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Al salir del salón, un gesto de agotamiento cruza mi rostro. Dios, Rubi es la persona más irritable que he conocido

—Hey, rojita —  Levanto la mirada y, de repente, el mundo a mi alrededor se desdibuja. 

—¡Mierda, eres tú! Sin pensarlo, me lanzo hacia él y, en un instante, Taylan me abraza y me alza en el aire.

¿Qué tal? Su risa estalla, juguetona y contagiosa, haciéndome sonreír mientras mis mejillas se sonrojan.

Mientras me sostiene, sus ojos negros me miran con una chispa de diversión, como si supieran que me tienen completamente atrapada. Su piel morena clara brilla bajo la luz del sol, y por un momento, todo el estrés y la irritación de la clase se desvanecen. Estoy aquí, en este abrazo, y nada más importa.

Interrumpo, se escucha la voz de Logan, con el ceño fruncido y una expresión de desdén en su rostro. Su mirada se fija en nosotros, y de inmediato, la atmósfera se enfría.

Taylan me baja lentamente

Me giro hacia él, aún emocionada por ver a Taylan. No, para nada. Taylan, este es Logan, mi novio, digo, presentándolo mientras aún siento la felicidad burbujear en mi interior por el reencuentro con Taylan.

Taylan me observa divertido y coloca su mano sobre mi pelo, desordenándome el peinado.   Tu novio, ¿eh? ¿Cuánto has crecido?    dice riéndose, su tono es juguetón y provoca una risa nerviosa en mí.

¡Cállate! respondo entre risas, intentando alisar mi cabello desordenado

Logan cruza los brazos, su expresión se endurece. Reni, ¿me quieres explicar qué pasa aquí? ¿Quién es él?    pregunta, molesto, y su tono hace que la alegría del momento se enturbie.

Taylan le da una mirada desafiante. Soy Taylan Yılmaz. ¿Tienes problemas de audición? Reni ya te lo dijo.  — dice con sarcasmo y una gran sonrisa en su rostro, como si estuviera disfrutando del momento tenso.

Le pregunto a Reni, no a ti, responde Logan, su voz tensa mientras fija su mirada en mí.

Ruedo los ojos, sintiendo que la tensión se eleva. Taylan vivia al lado de la casa de mi abuelo. Dios, en su casa su papá tenía el mejor taller para dibujar sus bocetos de joyas. Ese era mi lugar favorito en todo Madrid.    La emoción regresa a mi voz mientras recuerdo esos días. —Pasábamos horas ahí

Logan lo sigue mirando de mala manera. —¿Y qué, aún no terminas la universidad?   dice con desdén, dándole un tono sarcástico a su pregunta.

Suspiro, decido intervenir. —Logan, Taylan no estudia aquí. La última vez que nos vimos, te ibas a mudar a Nueva York para estudiar en Yale. ¿Qué haces aquí?    La curiosidad resalta en mi voz, y me vuelvo hacia Taylan, esperando una respuesta.

Y ahí vivo.    continúa, pero hace unos días me encontré a tu padre y tu abuelo.    Me dijeron que estabas en Madrid. Bueno, tenía que venir por negocios, así que aquí estoy. Dios, no puedo creer lo grande que estás. En la universidad, ya no eres la Reni de 14 años que vi por última vez.

Logan lo sigue mirando de mala manera. ¿Entonces deja ver? Sin entender, ustedes dos no se han visto desde que Reni tenía 14 años, y ahora ¿hiciste una parada para venir a la universidad a buscarla? 

Cómo romper un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora