La música vibrante del bar resonaba en mis oídos mientras entraba con Megan, mi compañera de universidad, una sonrisa amplia pintada en mi rostro. La luz tenue y los colores brillantes llenaban el ambiente, creando la atmósfera perfecta para una noche de diversión. Tomé un trago de mi bebida y miré a Megan, que parecía tan emocionada como yo.
—Oye, le dije a dos de mis amigos dónde estamos. No te importa, ¿verdad? —exclamó Megan.
Bebí un shot de tequila antes de responder— No. no me importa
Megan me sonrió — Vas a notar cuando estén aquí. Logan es un playboy; todas corren a él como si fuera un imán.
— ¿En serio? — respondí. — Suena como un idiota
Ella soltó una risa. — Lo es, pero también tiene un gran corazón. A veces, es difícil no caer en su encanto.
En ese momento, dos chicos entran al bar, y de inmediato se convierten en el centro de atención, como si el lugar hubiera sido diseñado para ellos. El primero tiene un aire magnético, con el cabello rubio platinado cayendo de forma despreocupada sobre su frente, dándole ese toque rebelde que parece atraer todas las miradas. Es alto y atlético, y cada paso que da exuda confianza. Sus ojos azules, brillantes y profundos, transmiten una mezcla de misterio y poder. Su porte firme y relajado, acompañado de una media sonrisa apenas perceptible, lo hace parecer intocable.
A su lado, su compañero es igual de llamativo, pero de una manera más sutil. Su cabello es de un castaño oscuro, con destellos que brillan bajo las luces del bar, resaltando el contraste con su piel clara. Sus ojos verdes, suaves y envolventes, añaden un toque de calidez a su presencia, como si estuviera dispuesto a dejar que el mundo vea un poco más de lo que esSe acercan a donde estamos, y ambos me observan fijamente.
Mi mirada se fija en Logan, incapaz de creer que sea la misma persona con la que tuve un encuentro íntimo hace un año. El recuerdo de aquella noche regresa con fuerza, cada detalle fresco en mi mente: la risa compartida, las miradas llenas de complicidad, el roce de nuestras pieles.
Su cabello brilla a la luz del bar, y su mirada intensa parece clavarse en mí, como si intentara leer mis pensamientos. Su sonrisa es segura, casi arrogante.
— Megan, ¿no nos vas a presentar a tu amiga?— exclamo Lucas con una sonrisa gentil
Megan se ríe suavemente. — Claro, ella es Mare, mi compañera de cuarto. Ellos son Lucas y Logan. Y, Dios, no le he contado lo más increíble, —dice, mirando a Lucas y luego a mí. — Esta es la primera vez de Mare en una escuela real.
Lucas me observa con sorpresa. —¿ Te educaban en casa? — pregunta, inclinando la cabeza con curiosidad.
— Mi papá es capitan de un crucero, y casi toda mi vida la he pasado en cruceros.
Logan está parado como una estatua, con los brazos cruzados y la vista clavada en mí — Fascinante historia. — dice, su tono cargado de sarcasmo. — Voy por un trago a la barra
Me doy la vuelta y llego a la barra, pido otro tequila y trato de calmarme. Segundos después, Logan también se dirige a la barra, y no puedo evitar mirarlo fijamente.
Con una sonrisa desafiante, le digo, — ¿ Entonces vas a fingir que no me conoces? — Mi voz es tranquila, pero hay un filo en mis palabras que no puedo ocultar.
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Cómo romper un corazón
RomanceUn año después de un intenso romance de verano, Mare y Logan se reencuentran por casualidad. Mare, que proviene de una familia relajada y espontánea, está emocionada por verlo, pero se sorprende cuando Logan finge no recordarla. A pesar de sus esfue...