Cómo romper un corazón

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— Haz lo que quieras, bebé —respondió Rubí con una sonrisa venenosa, sus ojos brillando con malicia—, pero no olvides que yo siempre consigo lo que quiero. Y Lucas... ya me ha elegido a mí.

La clase comenzó y ambas tomamos un lugar. Después de una hora, fui a mis otras clases, dejando que el día pasara en una rutina monótona. Ya por la tarde, me dirigí a la cafetería de la universidad. El ruido de las conversaciones se mezclaba con el aroma del café. Tomé asiento, como Megan, en una mesa al fondo, buscando un respiro entre la multitud.

— Hola —la saludé amablemente, sonriendo mientras me sentaba frente a ella

— Hola —dijo con una sonrisa cansada—. No debimos beber tanto anoche.

En ese instante, vi a Lucas y Logan acercarse con paso relajado. Ambos sonrieron al vernos y, sin pedir permiso, se sentaron en nuestra mesa. Lucas me lanzó una mirada juguetona

— Mare, ya sé a dónde iremos en nuestra cita —dijo Lucas con una sonrisa confiada, mientras me miraba fijamente, sus ojos llenos de diversión.

Megan se quedó boquiabierta, sus ojos brillando con sorpresa.

— ¡Por Dios, van a salir! —exclamó emocionada, casi saltando en su asiento mientras me miraba con una sonrisa enorme.

— Aún no acepto, ¿lo olvidas, Lucas? —le respondí con una sonrisa desafiante, cruzando los brazos mientras lo miraba.

Él solo se rió, inclinándose un poco hacia mí. — No te preocupes, Mare. Lo harás —dijo con confianza, sus ojos brillando con ese toque de desafío que siempre me sacaba de quicio, pero al mismo tiempo me intrigaba.

Sentí la mirada de Logan clavarse en mí, pesada, cargada de una hostilidad que era imposible ignorar.Su mandíbula estaba tensa, y aunque traté de no darle importancia, el ambiente se volvió incómodo.

Megan me observó con una sonrisa nerviosa, notando la tensión que se había formado en el aire. — ¿A dónde irán? —preguntó, intentando relajar el ambiente con un tono ligero, mientras me lanzaba una mirada cómplice.

— Iremos al acuario —anunció Lucas con una sonrisa amplia

Logan se rió, soltando un comentario burlón.

— Vamos, Lucas, ¿vas a llevar a niña pez a un acuario? —dijo, su voz llena de sarcasmo mientras miraba de reojo a Megan.

Megan lo miró de mala gana, frunciendo el ceño.

— Es una linda cita, no seas pesado, Logan —dijo con firmeza, su tono desafiando cualquier broma que quisiera hacer.

Logan alzó las manos en señal de rendición, pero no pudo evitar una sonrisa traviesa.

— Y si hablamos de otra cosa —sugerí, tratando de cambiar el ambiente—. Sé que Megan estudia diseño de modas, pero ¿qué estudian ustedes?

Lucas se encogió de hombros, su sonrisa todavía en su rostro.— Yo estoy en derecho, Logan estudia en medicina 

— Medicina, ¿en serio? —pregunté, tratando de ocultar mi sorpresa—. Eso suena intenso.

Logan desvió la mirada, casi como si no quisiera entrar en la conversación. — Sí —dijo cortante.

La tensión en la mesa era palpable, como un hilo frágil a punto de romperse. Logan me sigue observando como si fuera la peor persona.

Me pongo de pie, sintiendo cómo la tensión en el aire se disipa un poco al alejarme de la mirada de Logan. —  Debo ir a la biblioteca antes de mi siguiente clase.