Su llanto podía escucharse en cada extremo, tenía miedo, llamaba por sus pastes temerosa. Solo escuchaba gritos y el alarido de los simios a su alrededor.
Cubrió sus oídos por un fuerte ruido, miró a su costado, era un helicóptero volando al costado del puente, un hombre portaba un arma en manos y a la orden comenzó a disparar.¿Acaso no la veía?
¿Pensaban que estaba con ellos?
¿No le importaba?Antes que las balas pudieran alcanzarle, alguien se lanzó sobre su cuerpo y rodaron por el asfalto hasta esconderse atrás de un auto. Lloro más que antes, cubría sus ojos con ambas manos, ya no quería estar ahí.
Un toque en su mejilla la hizo reaccionar, detuvo sus sollozos un poco para abrir uno de sus ojos.
Era un simio.
Retrocedió al momento de ver su rostro, estaba cubierto de cicatrices, su miedo cambió a preocupación en un segundo por ver una herida en su brazo.
La había salvado cuando nadie más lo hizo.
—¡Muchas gracias! —Elena le agradeció entre lágrimas.
Despertó cuando oyó algunas ramas quebrarse, se levantó de la tierra y giro hacia el bosque. Su mirada se iluminó cuando distinguió al primate caminar hasta ella.
—¡Rocket! —de inmediato se puso se pie y salto a sus brazos. Rodeo su cuello y exhalo. Lo había extrañado tanto— ¿Cuando volviste?
—Ahora. César decirme que estar aquí arriba.
—Necesitaba algo de aire fresco.
¿Que si lo entendió?
Bueno, dos años más su gran esfuerzo hizo que pudiera aprender a comunicarse y entender las señas de los simios.
—Muy alto. Vamos.
—Solo estoy arriba de la cascada, tampoco me aleje tanto de la Aldea. Dime, ¿Ojos Azules volvió contigo?
—Si. Ser viaje largo, cansados. Pero tener buenas noticias. —ambos bajaron para ir directo al pueblo oculto.
Rocket le iba contando todo sobre el viaje mientras ella se limitaba a asentir y hacer una que otra pregunta.
En el camino saludaba a los simios y uno que otro pequeño se trepaba a su espalda para jugar con su cabello o ropa.Recibió el tazón de comida y se coloco en su lugar con otros simios, le resultaba curioso como en dos años ya era otra más de la Aldea. Era considerada otra simio, todo podía estar tranquilo.
Excepto por esos soldados.
No estaba familiarizada con ese tema, solo sabía que estaba tras los simios por iniciar una guerra. Si solo pudiera ir hasta ellos y decir que todo fue un error, podría terminar con todo. Contar que el causante de todo ya no estaba con vida.
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Freckles | 𝘼𝙨𝙝
De Todo𝔘𝔫𝔬. 𝔇𝔬𝔰.. 𝔗𝔯𝔢𝔰... 𝔓𝔲𝔢𝔡𝔬 𝔭𝔞𝔰𝔞𝔯 𝔢𝔩 𝔯𝔢𝔰𝔱𝔬 𝔡𝔢 𝔪𝔦𝔰 𝔡𝔦𝔞𝔰 𝔠𝔬𝔫𝔱𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔱𝔲𝔰 𝔭𝔢𝔠𝔞𝔰...