●●ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴄᴏɴ ᴏʙɪᴛᴏ ʏ ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪ●●
Sumiko Hyuga, Una chica extrovertida y bella, la cual todos creen que su vida es "perfecta" por ser la hija del jefe del clan Hyuga, Ocultara una vida de maltratos por parte de su padre y restricciones, las cuales no...
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Un mes despues de lo sucedido....
Shisui y yo estábamos en mi pequeño dormitorio, tirados en la cama, cada uno en un extremo diferente.
— Entonces... Kakashi te dijo la verdad sobre la muerte de Obito, que en verdad él no tuvo la culpa y fue todo un plan de tu padre —dijo Shisui mientras me miraba a los ojos.
— Exactamente —dije seriamente, sin ninguna expresión en mi cara—. Y luego dije que mataría a mi padre.
— Entonces, ¿lo hiciste?
— Pues, es muy obvia la respuesta, ¿no crees, Shisui? —dije sonriendo y agarrando su mejilla.
Shisui apartó mi mano con delicadeza; se notaba que estaba nervioso, sin embargo, intentaba disimular—. Sumiko... un lado de mí recuerda tu amabilidad y me dice que no hiciste nada... pero otra parte de mí me dice directamente que asesinaste a tu padre a sangre fría.
¿Tanto miedo me tenía Shisui?
Shisui me miró nervioso y se alejó de mí—. En verdad... hace un buen tiempo que no escucho noticias de tu padre...
— Oye, hablas como si tú no derramaras sangre de otros ninjas —volteé los ojos.
— Pues, sí... pero solo lo hago en defensa de mi aldea.
— Pues... es complicado de explicar —dije secamente, mirando cómo el más poderoso de los Uchiha se acercaba hacia mí y parecía más tranquilo.
— Entonces, ¿qué hiciste con él?
pues...
Un mes antes, despúes de la confesión de kakashi...
Apenas me enteré de lo que me dijo Kakashi, corrí hacia la mansión Hyuga, temblando de ira. Tenía ganas de hacerle daño a alguien, y ese alguien iba a ser mi padre.
Sabía que Obito no tuvo otra opción. No podía contener mis lágrimas; siempre tuvo razón. No podía creer que mi propio padre me hubiera hecho tanto daño aprovechándose de mi cariño hacia Obito.
Mientras corría, las lágrimas caían sin parar. ¿Qué habría pasado si Obito no hubiera cedido a las peticiones de mi padre? Pensaba que también tenía culpa, pero sabía que lo había amenazado de muerte.
Al llegar a la mansión Hyuga, abrí de golpe las grandes puertas, que chocaron con las paredes y el estruendo se escuchó en todo el lugar.
—KATA, DIME INMEDIATAMENTE DÓNDE ESTÁ EL MALDITO HIJO DE—
—¿A quién llamas maldito, ah?— me detuve inmediatamente. No sabía cómo actuar; tenía enfrente a el padre de Neji, mi tío Hizashi, y al lado de él estaba su hermano, Hiashi.