Prólogo

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Solía creer que el invierno era la peor estación del año, hasta que llegaste a mi vida y me hiciste amar el invierno, cada copo de nieve que cae lentamente sobre mi es como un abrazo tuyo, cada huella en la nieve es como el camino que aprendí a recorrer contigo.

Puedo escuchar a lo lejos en mi mente aquella melodía que prometí que sería tuya para siempre, y mis ojos, aquellos que solías ver para adentrarte en mi alma, siguen brillando cada que ven la luna, porque ella me recuerda a ti.

Solía detestar la idea del amor, creía que solo era una forma en que las grandes corporaciones buscaban monetizar los sentimientos, nunca me creí capaz de sentir algo parecido a eso por lo que todo el mundo esperaba, y tampoco estaba en búsqueda de ello, pero llegaste de imprevisto, apoderándose de cada rincón de mi alma y de mi ser, volviéndote mi todo, y a la vez mi nada. Eras mi efímero sueño eterno, esa hermosa serendipia, esa extraña sensación de felicidad, eras eso... eso a lo que jamás podré darle un nombre.

Esta melodía, es tu melodía, nuestra melodía de invierno...

La melodía del inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora