Flufftober 2024. Saint Seiya Ships

19. Caricias en el pelo

Ship: Minos x Lune

Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.// Drabble.

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— ¿Qué haces, Lune?

— Nada.- Sonrió con suavidad el albino acostado a su lado.- Solo me gusta tu cabello.

— Pues gracias, pero no soy un perro.- Respondió con una pequeña risa, girandose para observar los ojos violeta.

Lune lo observó, ambos intercambiaron una pequeña sonrisa, antes de compartir un pequeño beso.

Era una pequeña manía que Lune había tenido desde siempre. Desde que se conocieron, siendo apenas unos niños, Lune encontró llamativo el esponjoso cabello de Minos, incapaz de resistir el impulso de tocarlo.

Ese hábito jamás se fue. En cualquier momento, cuando menos lo esperaban, Lune ya se encontraba acariciando el cabello de su amado. A la hora de despedirse para ir a sus trabajos, mientras veían una película, mientras escuchaban música, después de cenar, durante una ducha juntos, antes de dormir...

Cualquier momento parecía ser perfecto para Lune.

— Te amo.

— Y yo a tí.

Cómo cada noche, un último beso finalizó esa breve conversación, antes de abrazarse y sumergirse en el mundo de los sueños, sabiendo que al despertar, estarían al lado de quién más amaban en el mundo.

Quién sabe, quizás hasta en sueños, Lune mantenía su costumbre de acariciar el largo y esponjoso cabello blanco de su amado esposo.

Amaba sentir su suavidad entre sus dedos, sentir el flequillo esponjoso como un pastelillo recién salido del horno, respirar el delicioso aroma que quedaba impregnado en él después de un baño, enredar los mechones para seguir la forma natural de la onda... Era simplemente mágico y hermoso.

Era una forma de demostrar su cariño sin palabras, hacerle saber a Minos que, sin importar las circunstancias, siempre estaría ahí para él.

No importaba si había sido un día increíble o uno terrible. Si había sol o nieve. Si había ocurrido algo extraordinario o solo la rutina monótona... No importaba absolutamente nada, siempre tendría en él un lugar seguro y cálido al cual regresar para refugiarse, curar sus heridas, recuperar fuerzas, sentirse cobijado y amado.

Minos, a lo largo de los años que llevaba a su lado, había terminado por entender el mensaje impreso en las acciones de su amado, y realmente lo apreciaba, aún si no lo decía con frecuencia.

Amaba sentir los delgados y suaves dedos peinando su cabello, acariciándolo casi con devoción, brindándole ese calor reconfortante que muchas veces necesitaba y le hacía sentir mejor.

Quizás no lo decía todo el tiempo, pero Lune siempre lograba hacerlo sentir reconfortado.

Lune le daba fuerza siempre que las necesitaba. Él le daba significado a su vida, una razón para despertar cada mañana, su aliento para seguir incluso en los peores momentos, era su compañero a muerte leal.

Si caía, no dudaba que Lune iría por él. Y él lo haría por él también. Lune era todo para él, lo había sido desde el momento en que sus vidas se cruzaron, y así lo sería hasta que llegaran a su fin, en brazos de la muerte.