Flufftober 2024. Saint Seiya Ships

7. Apodos

Ship: Kanon x Milo

Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.// Omegaverse.// Alpha x Alpha.

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El suave aroma a vainilla acariciando sus cosas nasales lo hizo despertar de su sueño, esbozando una sonrisa tranquila mientras se tallaba los ojos.

Después de estirar los músculos para desperesarse, salió de la cama y caminó hasta la cocina del departamento, observando con ligera diversión a Kanon cantando con los audífonos puestos, mientras decoraba unos panqueques.

Cual escorpión cazando una presa, se escabulló con sigilo hasta detrás del Alpha de cabellera azúl, rodeándolo con sus brazos por la espalda, escuchándolo soltar un pequeño respingo.

— Me asustaste...- Río ligeramente el mayor, quitándose los audífonos.- ¿Te desperté?

— No, me desperté por mi cuenta.- Respondió, besando los labios ajenos.- ¿Qué hiciste para desayunar?

— Unos panqueques de vainilla con chispas de chocolate.- Sonrió Kanon, señalando las dos pilas de panqueques frente a ambos.- Decorados con crema batida, chispas de chocolate y una cereza, como te gustan.

— Vaya que cumpliste tu promesa de mantenerme bien alimentado después de mudarme contigo.

— Fue la condición que Kardia me puso para poder tenerte conmigo.

Ambos compartieron una pequeña risa, secundada por un beso y un abrazo.

Cada uno tomó la torre que le correspondía, y se dirigieron a la pequeña sala para comenzar a comer el dulce desayuno en compañía del otro.

— ¿Qué tal están, manzanita?

— Si sigues así, creo que mi papá podría elegirte como heredero de las cafeterías.- Rió el Alpha menor.- Cada día te quedan mejor.

— ¿Mejor que los que Kardia prepara?

— Tampoco exageres, cariño.- Bromeó en respuesta.- Y mejor que mi papá no te escuche decir eso. Apenas soporta que hayas sido mi "araña peluda".- Añadió, conteniendo apenas la risa.- Tanto que se preocupaba de Camus, y el verdadero "roba hijos" estaba cerca siempre.

Ambos soltaron a reír nuevamente, rememorando todas esas anécdotas de su infancia y adolescencia. Desde ese entonces ya eran amigos inseparables, pero nadie se vió venir que varios años después, cayeran ante las flechas de Cupido, terminando juntos.

— En mi defensa, yo tampoco esperaba que uno de mis mejores amigos fuera a ser mi novio en el futuro.- Sonrió el Alpha mayor.- Si me hubieran dicho que la "pequeña bolita de odio" iba a ser mi novio cuando creciera, no lo hubiera creído.

— ¿Así que soy una "bolita de odio"?- Inquirió el menor con una sonrisa coqueta, rodeando el cuello de su amante.

— Tal vez...- Sonrió de igual manera el mayor, acariciando la cintura contraria.- Pero así te conocí, así te amo, y así me comprometí con tus padres a protegerte y respetarte por el resto de mi vida. Así que eres mi dulce manzanita hermosa.

Milo rompió la corta distancia, dejando un beso en esos labios que desde hace ya cuatro años se habían vuelto su mayor adicción.

Kanon no dudó en corresponderle, olvidándose de los platos, ahora vacíos, y que terminaron en algún rincón de la sala.

— Te amo, mi arañita peluda.

— También te amo, mi dulce manzanita de oro.

— ¿Aunque mi papá te llame a diario para asegurarse de que me estás cuidando bien?

— No lo culpo.- Respondió Kanon.- Si tuviera un hijo tan lindo como tú, también buscaría asegurarme por todos los medios necesarios que lo están tratando como rey.

Milo negó con una pequeña risa, antes de abrazarlo y volver a besarse. Sus mañanas siempre eran así de dulces, ¿qué más podría alguien pedir?