6. Mudanza

35 6 0
                                    

Ship: Sísifo x El Cid

Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.// Omegaverse.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

Miedo, angustia, nostalgia, emoción, alegría, entusiasmo... Sus emociones eran un completo desastre en esos momentos.

Tras varios años, un sueño se había vuelto realidad y su proyecto de vida comenzaba a materializarse.

— ¿Son todas?

— Creo que sí, Ilías.- Respondió a la pregunta de su cuñado, tras descargar unas cajas.- Solo queda desempacar todo.

— Tomenlo con calma.- Sugirió el mayor.- Es un gran paso para los dos. Es normal que aún estén algo nerviosos.

Solo pudo suspirar ante las palabras de Ilías. Realmente estaba al borde de un colapso, y no comprendía el porqué.

Se acababa de mudar con el amor de su vida a la casa de sus sueños, dónde podrían tener la familia que llevaban años soñando, tenía todo lo que podría desear. No había razón para sentirse mal.

— Es normal estar algo abrumado. También me pasó.- Le alentó Ilías, palmeandole el hombro.- No es tan fácil dejar atrás la seguridad de tu hogar y tu familia, para comenzar los tuyos. Es una gran responsabilidad, y por más planificado que tengan todo, es normal sentirse nervioso.

— Solo espero hacerlo bien.

— Estoy seguro de que ambos lo harán.- Sonrió cálidamente el Alpha rubio.- Recuerden siempre que se tienen el uno al otro, para confiar y compartir sus miedos, inquietudes, sueños y deseos. Son un equipo.

Cid asintió, correspondiendo la sonrisa que su cuñado le ofreció, y volvieron a la sala dónde Sísifo ya se encontraba desempacando algunas cosas al lado de Arkhes y el pequeño Regulus.

Cada uno fue con su respectiva pareja, y juntos, terminaron la tarea de hallar, desempacar, lavar y acomodar unos platos, vasos y sartenes, además de otros utensilios e ingredientes para preparar algo de comida tras el arduo trabajo que les había tomado todo el día.

Simplemente unas tortillas de huevo con verduras picadas, nada demasiado elaborado, pero que servía para palear el hambre generada por el esfuerzo físico de descargar cajas por horas del auto y el camión de mudanzas.

Arkhes, Ilías y Regulus se quedaron un poco más de tiempo, pero al estar cerca el atardecer, se retiraron, luego de despedirse de la pareja y desearles buena suerte en esa nueva etapa de sus vidas.

Una vez a solas, limpiaron lo mejor que pudieron, y fueron directo a la habitación, dónde apenas había una cama y un armario. Después terminarían de subir y acomodar en su respectivo lugar el resto de cosas, por ahora, estaban demasiado cansados y lo único que querían era sumergirse en el reino de Hipnos.

— ¿Te pasa algo, cariño?

— Supongo que solo estoy un poco nervioso.- Admitió el Alpha, abrazando al Omega recostado en su pecho.- Quiero asegurarme de hacer todo bien.

Sísifo sonrió conmovido, acariciando la mejilla de su Alpha, antes de dejar un beso en sus labios.

Sabía lo perfeccionista, y muchas veces, demasiado autoexigente que llegaba a ser Cid. Poniéndose metas difíciles, o a veces, imposibles de alcanzar, con planes a seguir demasiado rígidos y con muy poco espacio para errores, poniendo sus propias expectativas en sí mismo hasta las nubes... Pero él siempre estaría ahí para recordarle que no necesitaba ser perfecto.

— Esto es nuevo para los dos, tenemos mucho por aprender aún, y definitivamente, cometeremos muchos errores.- Pronunció con calma el Omega, llevándose una mano al vientre.- Pero estamos juntos en esto y en todo lo que venga después. Y sin importar lo que pase, estoy seguro de que sabremos resolverlo, y aprenderemos de todos los errores. Siempre nos tendremos el uno al otro.

— Solo quiero ser un buen padre y un buen Alpha.- Suspiró, acariciando el vientre del Omega, mirando sus ojos azules.- No soportaría fallarte, ni decepcionarte.

— Jamás me decepcionarías, cielo.- Afirmó con una sonrisa el castaño.- No sabes términos medios, por eso siempre das lo mejor de tí. Lo sé muy bien, y eso es más que suficiente para mí.

Incapaz de decir una sola palabra, Cid lo abrazó, derramando un par de lágrimas silenciosas, producto de todas las emociones estallando al mismo tiempo, y que tanto se esforzó en reprimir.

— Eres demasiado duro contigo mismo, a veces olvidas que está bien tener miedo y no ser perfecto. Pero siempre estaré ahí para recordarte que no necesitas ser perfecto para ser amado.- Murmuró Sísifo aún abrazándolo.- Mira hasta donde has llegado, y dónde empezaste... El simple hecho de que estés aquí es un regalo maravilloso para mí.

— ¿Te gusta estar con alguien como yo?- Cuestionó el azabache.- Alguien que difícilmente expresa algo, que oculta tantos temores y su fragilidad...

— Me gusta ser tu Omega.- Respondió con una sonrisa, sin dudarlo.- No pretendo entender los retos que enfrentas, o los mundos que creas y borras en tu mente. Pero nunca he tenido ni tendré miedo, yo sé a quién tengo a mi lado. Déjame ser parte de tu historia, déjame darte de mi paz...- Añadió, separándose solo lo suficiente para limpiarle las lágrimas.- Si llegas a casa al terminar el día, con eso me bastará... Nos bastará a ambos.

Una caricia en el abdomen aún plano, pero que albergaba el más amado tesoro, y a la vez, el gran desafío de sus vidas, y un beso sellaron esa conversación.

Aún abrazados, ambos se dejaron envolver por el suave tacto de Hipnos, encontrando paz en el dulce mundo de los sueños, imaginando su futuro juntos.

Sísifo se quedó profundamente dormido en poco tiempo, en total calma y seguridad entre los brazos de su amado. Cid se tomó un par de segundos para apreciar tan hermosa imagen, antes de seguir su ejemplo.

Ahora, con sus dudas disipadas y con la mente en calma. Después de todo, si Sísifo confiaba tanto en él como para dormir de esa forma, lejos de su hogar, sin la seguridad que sus padres le brindaban, sin su hermano a un par de calles de distancia para protegerlo, únicamente con él. ¿Qué tanto podría estar fallado?

Sísifo confiaba plenamente en él para dormir tan tranquilo a su lado, confiando en que lo protegería de todo mal. Quizás era hora de que empezara a creer en sí mismo.

Flufftober 2024. Saint Seiya Ships Donde viven las historias. Descúbrelo ahora