Capítulo 63. Tejiendo Nuevas Historias

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El grupo se reunió en el hospital, y desde el celular de Erick, Antony llamó a María para asegurarle que todos estaban a salvo y que Sofía estaba bien. Las heridas de cada uno los llevaron al hospital, aunque algunos se recuperaron más rápido que otros. Rebeca, Anelix, María y Sofía fueron dadas de alta antes, mientras que los demás, con lesiones más serias, tardaron un poco más en recuperarse. Afortunadamente, nada era irreversible.

Para celebrar la salida de todos del hospital y el cierre de aquella difícil etapa, organizaron una parrillada en la casa de Frederick. El ambiente era cálido y relajado. Frederick y Alfred se ocupaban de la carne en la parrilla, mientras las risas y las conversaciones llenaban el lugar. Anelix y Antony se encontraban a un lado, compartiendo un momento de calma después de todo lo sucedido.

Antony suspiró. "No puedo creer que después de todo esto, el cuerpo de Zarack no se haya encontrado. ¿Dónde pudo haber ido?"

"Es inquietante", dijo Anelix." Su desaparición...ni siquiera se le puede hacer un funeral adecuado"

Antony frunció el ceño. "No quiero pensar en eso"

"Por cierto, nunca me dijiste cómo sobreviviste al acantilado. Te vi caer" Anelix estaba curiosa.

Antony sonrió de forma enigmática y le apretó la mano con suavidad.

"Fue complicado encontrar algo en contra de Zarack", explicó, "así que me concentré en su gente de confianza. Ahí fue cuando conocí a Nancy. Al principio, no me creyó, pero ese día no podía dejarla ir. Con todas las pruebas, decidió ayudarme para vengarse de Zarack. Sabía que él te citaría en esa casa, así que fingí mi muerte. Había una malla oculta bajo la ventana. Lamento no habértelo contado, pero no podía permitir que Zarack sospechara. Necesitábamos distraerlo lo suficiente para que Nancy pudiera dar el golpe final. Ya lo había desarmado y me pasó el arma a mí"

Anelix lo miraba con una mezcla de asombro y admiración, procesando la complejidad del plan.

"Me impresionas, Antony. Nunca lo habría imaginado"

Antony soltó una pequeña risa.

Anelix le dedicó una sonrisa traviesa. "Pues yo creo que podría impresionarme más"

Antony estaba relajado: "¿Ah, sí?"

"por supuesto", contestó Anelix, "estoy embarazada"

La noticia dejó a Antony sin palabras. Durante unos segundos, su rostro reflejó incredulidad antes de que una sonrisa enorme se apoderara de él.

"Amor... ¡Vamos a tener otro bebé!", dijo, su voz temblando de emoción. La alegría lo invadió por completo, y antes de que Anelix pudiera reaccionar, él la levantó en brazos y giró con ella, gritando de felicidad, mientras los demás los miraban, compartiendo su alegría. Era un nuevo comienzo, una nueva esperanza para todos.

......

Con el paso de los meses, llegó un gran evento que alegraría a toda la familia.

La ceremonia de boda entre Rebeca y Alfred se llevó a cabo en un hermoso jardín, rodeado de árboles frondosos que dejaban filtrar la luz del sol entre sus hojas, creando un ambiente cálido y lleno de magia. Era un día perfecto, el cielo despejado se extendía como un lienzo azul, y una suave brisa hacía que las flores de los cerezos cercanos desprendieran sus pétalos, esparciéndolos por el aire como pequeños confetis naturales.

El altar, adornado con guirnaldas de flores blancas y lilas, se encontraba bajo un arco de madera cubierto de enredaderas verdes que reflejaban la luz del sol. Los invitados se sentaban en sillas de mimbre decoradas con cintas de lino, todos sonriendo, esperando ver a la novia caminar por el pasillo.

El Mar de los Recuerdos PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora