The four stages of mourning | Changlix

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— ¿Cómo te fue ayer? — pregunta Min comiendo su helado.

— ¿Bien?, no sé, hoy contactarán al que trabajará ahí y lo peor es que no he recibido un mensaje — responde frustrado.

— No te desesperes, así es esto de conseguir trabajo, si no lo consigues en uno, buscas en otro y así sucesivamente, tienes que ser consciente de que el conseguir trabajo no es nada fácil — responde Min frustrando más al menor — ya no te estreses, verás que te llamarán más tarde.

— Hola hola hola — suelta Hyun llegando al restaurante junto a Leeknow y Jeongin.

— ¿Qué están haciendo? — pregunta Jeon.

— Está frustrado porque aún no lo llaman para el trabajo — cuenta Min levantando sus hombros y éste sonríe.

— Pero es normal esto, así es la vida, si no te aceptan en uno, buscas otro.

— Eso es lo que le digo — dice Min y Lee suspira poniendo su cara en la mesa, hasta que su celular suena.

— ME HABLARON, ME HABLARON — grita emocionado viendo su celular y todos empiezan a gritar haciendo que toda la gente los quede mirando.

— Te dije que te aceptarían — dice Min palmeando su hombro.

— ¿Qué te han dicho?

— Tengo que llenar un formulario y luego tengo que ir para hacer el contrato y trabajar de una vez — cuenta este sin dejar de ver su celular.

— ¿Y cuándo empiezas a trabajar? — pregunta Lee.

— EL LUNES.

— ¿Pasado mañana? — pregunta Hyun sorprendido y Lix asiente asustado.

— Bueno, era de esperarse — suelta Han tomando su jugo.

— Ahora tienes que trabajar bien para que le caigas bien a tu supervisor — dice Hyun — si quieres te doy tips.

— Sí si, claro, toma tu café nomas — se mete Lee mirándolo mal y éste ríe apretando sus cachetes.

~•~

Es lunes y Felix no para de temblar.

Está por llegar a la cafetería para poder hacer el contrato y poder trabajar de una vez. Pero se siente muy nervioso.

— Hola buenos días — saluda el rubio y un mesero ahí lo atiende — vengo para hacer un contrato.

— Sí, venga por acá — se mete el supervisor y Lix lo sigue nerviosamente — tendrá que firmar aquí, si quiere lea todo el contrato para que no tenga dudas de nada.

— Sí por favor.

El rubio empieza a leer todo el contrato y al terminar, firma todo.

— Listo — avisa Lix dándole el papel ya firmado.

— De acuerdo, bienvenido a nuestra casa — dice el supervisor y Felix sonríe asintiendo — en un momento te daré tu uniforme, tendrás a Changbin como tutor de como preparar cafes y los dulces que hacemos aquí en panadería.

— Ehm, ¿Quién es Changbin?

— Oh, pensé que ya lo habías visto, CHANGBIN — grita el chico y éste sale de cocina con el mandíl todo sucio de harina y la cara también un poco manchada.

Se le ve tierno.

— Él es Changbin — presenta el supervisor — Changbin, él es Felix, el nuevo mesero y ayudante de cocina.

— Hola, mucho gusto — saluda Bin sin acercarse — no quiero acercarme y ensuciarte de harina.

— No te preocupes, de todos modos, ese va a ser mi trabajo — responde riendo y Bin sonríe.

— Los dejaré ahora porque ya me tengo que ir, Changbin, trata de enseñarle todo sobre panadería y cómo debe atender a los clientes, sólo haz lo que sabes hacer — indica y Bin asiente chocando puños con su amigo — hasta luego.

Las voces de los demás clientes se escuchan así que Changbin decide hablar para cortar la tensión.

— De acuerdo, sígueme para empezar de una vez porque hay mucha clientela — suelta Bin yéndose y Lix lo sigue.

Entran a cocina y es otro mundo ahí dentro.

El lugar en sí es grande pero la cocina es mucho más grande y huele muy rico.

— TÚ, ven ayudame — indica Bin hacia uno de sus compañeros — atiende a los clientes y que Jay haga caja por hoy.

— Pero nos toca hacee café hoy — se queja uno de ellos y Bin suspira.

— Jeff me dejó a cargo de él, que por cierto, ÉL ES FELIX, EL NUEVO COMPAÑERO DE TRABAJO, TRATENLO BIEN — grita Bin y todos asiente sonriéndole — así que, solo por hoy anda afuera, le diré a Jeff que yo te mandé, para que no te llame la atención.

— Por eso te quiero — dice el chico queriéndole dar un beso en la mejilla pero Bin lo impide.

— Ya ya, anda de una vez — suelta Bin saliendo del agarre — lo siento, se ponen un poco homosexuales algunas veces.

— Sí ya veo — responde Lix riendo.

— Acompañame al sótano, ahí están los uniformes, para que te puedas cambiar de una vez.

— Está bien — responde el menor siguiéndolo sin poder dejar de sonreír.

No ha pasado ni una hora desde que está ahí pero ya se siente demasiado cómodo con todos.